CARLA POV
Los apuntes de la universidad están por todas partes. La ropa sin lavar aún descansa sobre su canasta. La cocina rebalsa de vajilla usada sin guardar.
En resumen, la casa es un desastre.
Con Samuel todo es siempre más fácil. El conoce todo de mi, y las manera en que juntos podemos hacer funcionar esta locura en la que nos adentramos cuando decidimos vivir juntos.
A medida que yo termino de estudiar un tema, él me trae un café como recordatorio de que haga una pausa y guarde todo antes de sacar los apuntes del próximo tema o clase.
El canasto de ropa sucia está casi siempre vacío cuando él está. Él comprendió que a pesar de que me aburriera mucho doblar y guardar la ropa, era muy competitiva en todo. Entonces comenzamos a hacer carreras para ver quien doblaba primero más prendas que el otro.
La cocina siempre ha sido nuestro escenario ficticio de karaoke. Porque a mi no me gusta lavar, seco, y mientras ambos estamos completando nuestra tarea, cantamos a todo pulmón.
Rebeka dijo que él no sabe cómo vivir sin mi. Pero es al revés. Soy yo quien no puede existir sin él.
Samuel no es sólo mi pareja. Es mi compañero, mejor amigo y confidente.
O lo era.
Y mientras mis pensamientos me llevan por caminos que no quiero recorrer, escucho un movimiento de llaves del otro lado de la puerta y un tornado de cuatro patas entra desesperado.
Mi corazón da un vuelco al ver a Nemo correr hacia mí y lanzarse a mis pies pidiendo esos cariños que le tengo en deuda por tantos días sin vernos.
Ozzy, al contrario de lo que creí, no corre hacia su compañero y mejor amigo, sino que se abalanza hacia la puerta.
Cuando levanto la vista de Nemo, me doy cuanta el porqué.
- Hey, huracán...- Samuel le acaricia detrás de las orejas mientras intenta pasar dentro de la casa con su bolso en mano.
Cuando se escucha el crack de la puerta cerrándose, nuestras miradas se clavan.
- Hey, tú...- me saluda con una sonrisa cálida.
No puedo moverme.
Deja su bolso sobre el sofá y se dirige a la cocina, donde se sirve un vaso con agua fría de la nevera.
Con lentitud, me acerco a la barra que separa la cocina del comedor y sin atreverme a mirarlo a los ojos, tamboreteo ansiosamente la cerámica con los dedos.
- Lamento el desorden.- es todo lo que me sale decir.
¿Así o más idiota me quieren?
Pero parece no importarle, o no notar, mi nerviosismo, porque ríe por lo bajo mientras ordena un poco el desastre que fui dejando estos días.
- Está mejor de lo que esperaba.- comenta.
Levanto la mirada al pensar que fue una crítica, pero me encuentro con una mirada divertida de parte de él que me hace sonreír.
- Yo...- comienzo, tratando de encontrar alguna manera de explicarme, de hacerme entender.
- ¿Por qué no pides sushi de ese lugar que te gusta mientras yo me baño?- sugiere al ver que no soy capaz de formar una oración.
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Mío o de nadie
FanfictionDespués de que el su plan terminara en fracaso (terminada la segunda temporada), Samuel termina por convencer a Carla de que le de una oportunidad para demostrarle que nada fue un juego para él. Con mutuo esfuerzo para vivir una relación sin mentira...