Mío o de nadie

55- San Valentín (parte 1)

Carla fue y vino del apartamento de Samuel por las dos semanas que se le había ordenado que perteneciera en aislamiento.

Se limitaba a pasar por la tienda y por casa de Lu, sin hacer muchas vueltas. Y a pesar de sus múltiples intentos de mantenerlo en cama y cuidarlo, Samuel se negaba a quedarse quieto. Se levantaba a cocinar, limpiar pasear por la casa... se estaba volviendo loco.

Las noticias de aquella enfermedad viral, comenzaron a exparcirse con brutalidad, así como el virus en sí. Pero Carla y Samuel estaban muy ensimismados en su pequeño mundo como para prestar atención, y mucho menos para preocuparse.

Una vez que Samuel estaba del todo recuperado y podía salir del apartamento, Carla se percató de que faltaban un par de semanas para San Valentin, y tendría que cerrárselas para hacer algo grande. No podía ser siempre él quien tomara las iniciativas románticas.

- ¿Vamos?- volvió a preguntar ansiosa desde la puerta de la entrada esperando por Samuel.

- Carla, aún falta media hora.- se quejó Samuel, que quería pasar el tiempo que tenían de sobra en otras cosas.

Pilar, había organizado una cena familiar con sus hermanas y sus sobrinos. No lo pensó dos veces cuando llamó a su nuera para invitarles a ella y a su hijo a la reunión de familia.

Por supuesto que Carla tuvo un ataque nervioso al principio, pero aceptó con mucho gusto. Por un lado le asustaba que estuvieran tomando un paso tan grande en su relación, pero por otro sentía que era un arnés de seguridad. Le hacía sentir más tranquila con respecto a cómo se sentía Samuel por ella.

- Por favor, por favor.- casi suplicaba rebotando ligeramente en su lugar.- No quiero llegar tarde. Más vale cinco minutos antes que cinco minutos después. Si sabes que las primeras impresiones lo son todo, ¿verdad?

- Amor, escúchame, ya te aman. Mi madre les ha hablado maravillas sobre ti.- intentó calmar la ansiedad de su novia, pero causó el efecto contrario.

- ¿Qué les dijo?- exclamó asustada.- ¿Y si les dijo que he encubierto el crimen de Polo?¿O que al principio éramos sólo folla-amigos?¿Qué van a pensar de mí?

- No. Tranquila.-la apretó contra su pecho.- Oye, si no te sientes lista o si no quieres hacerlo, lo dejamos. Tú no te preocupes...

- ¡No!- lo interrumpió apartándose un poco para poder verle.- Quiero hacer esto. Hoy. Pronto nos iremos a vivir lejos, y quién sabe cuándo tendremos la oportunidad de hacer esto de la manera correcta. Hoy la tenemos. Aprovechémosla.

- Lo que tú digas.- asintió Samuel.- Vamos, entonces.

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El corazón de Carla se salteó un latido cuando vió que ya había un coche fuera de la casa de su suegra. "Aún faltan dos", pensaba. Ya que las tres tias de Samuel vendrían desde Sevilla.

Samuel le tomó la mano y, juntos, caminaron hacia la entrada, donde automáticamente, Pilar les dejó pasar.

- ¡Hola, guapa!- la estrechó a Carla entre sus brazos antes de voltear a la sala y chillar.- ¡Amara, mira quién ha llegado!

La rubia tragó grueso cuando vio que una mujer, un poco más joven que Pilar, volteó del lado de la chimenea para perder verla mejor. Con cuidado se acercó y, como si se conocieran de toda la vida, la abrazó con fuerza.

- ¿Tú eres la famosa Carla?- preguntó impresionada Amara mientras se separaba de ella para mirarla.

- Es un gusto conocerla.- fue todo lo que Carla pudo responder con un hilo de voz. Creía que sería una velada muy incómoda. No conocía a nadie, más allá de madre e hijo. Pero juzgando por cómo había comenzado la noche, parecía que iba por buen camino.