13- No te perdono

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- Esto parece una mala película de terror.- le decía Lu a Nadia, quien asentía con la cabeza.

Ambas se encontraban en la entrada de la casa Nunier. No se atrevían a tocar el timbre aún, no querían entrar solas. Así que se dispusieron a esperar a que algunos más llegaran. El día estaba tan frío como había comenzado, por lo que llevaban sus abrigos largos.

- ¿Quién carajos finge su muerte porque no le gusta como la miran en los pasillos?- preguntó Rebeka apareciendo por detrás de las amigas.

- Bueno, en realidad Guzmán me ha dicho que han sido sus padres.- recordó Nadia tratando de suavizar el ambiente.

- Ya. Y ella por dos años no tenía idea de nada.- apuntó sarcásticamente Lu.- No me jodas. Ella es tan culpable como los bastardos de sus padres.

La palestina solo asentía con la cabeza reflexionando sobre aquello.

- ¿Y tú qué haces aquí anyways?- le preguntó contrariada la mexicana a Rebeka.

- Si, Rebe... no tienes porqué pasar un mal rato. Seguro que no faltará el drama hoy.- apuntó Nadia.

- La pija que estaba muerta y que me ha traumatizado al Samu y a mi amiga la fara, resulta estar vivita y coleando. Yo me quedo, tía.- le sonrió Rebeka. Sentía una inexplicable frustración al saber que Marina había arruinado tanto a las personas más cercanas a ella.- Además, la que ha estado ayudando sin descanso con la búsqueda del asesino, he sido yo, ¿eh? Así que la cabeza también me la ha cagado a mi.

- Miren.- agregó Lu señalando con la cabeza la camioneta que se estacionaba frente a ellas.

Samuel bajó del lado del conductor y se apresuró a abrirle la puerta a Carla y darle la mano para que bajara, gesto el cual provocó que Rebeka pusiera los ojos en blanco.

- Hey, pensé que éramos los últimos.-las saludó él acercándose a darles un beso en la mejilla a cada una.

- No, aún faltan Ander, Valerio y Omar.- le respondió Nadia mientras que se acercaba a saludar a Carla con un abrazo.- Pero igual no sé qué pinta mi hermano aquí.

- Debe de venir para apoyar a Ander.- aventuró Carla devolviéndole el abrazo con cariño.

- ¿Y Polito no nos acompaña?- preguntó Rebeka.

- No lo creo, solo serviría para agregar más tensión.- apuntó Samuel.

Mientras que Samuel hablaba con Nadia y Rebeka, Lu se acercó a rodear a Carla con sus brazos y abrazarla fuerte.

- ¿Qué tal?¿Cómo estás?- le preguntó separándose de ella.

- Pues, Samuel recibió una llamada en plena madrugada que nos informaba de que mi mejor amiga de la infancia fingió su muerte hundiendo a todos los que quiero en su mierda... no precisamente mi mejor noche.- se explicó Carla, que se sentía agradecida de tener a Lu ahí con ella.

- Lo sé. Que mierda.- suspiró Lu.- Guzmán me llamó llorando como a las dos de la mañana diciéndome que Marina estaba sentada en su sala. Al principio, al igual que él, creí que las alucinaciones habían vuelto, y no quería lidiar con aquello. Así que lo envíe a Val... ahí fue cuando llamó a todo el mundo. Yo hubiera esperado hasta la mañana, pero yo que sé.

Estaban tan ensimismadas hablando que no se dieron cuenta que Valerio y Ander acababan de llegar.

- Ya estamos todos, toquemos el timbre de una vez.- dijo Lu impaciente.- Mientras más rápido terminemos con esta mierda, mejor.

Y así, a excepción de Guzmán, todas las personas heridas y traumatizadas por los últimos dos años, ingresaron por la entrada de la casa Nunier.

Mío o de nadie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora