Mío o de nadie

5- Noche apasionada y confesiones

- ¿Lista?- la saludó el castaño, que había estado esperándola en la salida del colegio.

Carla asintió y, procurando que nadie los estuviera viendo, le besó la mejilla.

Partieron hacia una de las playas cercanas que había por allí, pero que sin embargo era muy poco visitada, por lo que se sentían seguros.

- Oye, que... he estado pensando,- comenzó a decir Carla después de haberse sentado a su lado- podríamos ir a Valencia estas vacaciones.

Samuel la miró con incredulidad mientras que sacaba las bebidas y aperitivos que había traído.

- Por mí, encantado.- se sinceró él- Pero, ¿que ocurrirá con tu padre? No creo que le agrade la idea que pasemos el verano juntos.

- Por eso no te preocupes. Lu me pidió que la cubriera si su padre me llamaba, ya que ella se iría a un viaje secreto con Valerio a Tailandia. La idea es que diga que fuimos juntas a Roma, así que ella dirá lo mismo si el mío pregunta.

Samuel la observó unos segundos admirando la astucia con la que se movía en aquel mundo suyo.

- Pues si a tí no te causa problema alguno, no me negaré a tenerte para mí sola en una ciudad en la que nadie nos conoce...- se detuvo para acercarse al oído de Carla y susurrarle- todo el verano.

Ella se carcajeó para luego besarle. Comenzó a planificar cada detalle del viaje mientras que Samuel la miraba y acotaba alguna que otra cosa, pero estaba totalmente embobado en los gestos de emoción que hacía con las manos y el rostro.

Luego de charlar, terminaron jugando a la orilla del agua. Carla reía sin para porque Samuel quería atraparla para hacerle cosquillas, y ella corría por toda la playa tropezándose con la arena.

Fue una de las mejores tardes que tuvieron hace tiempo. Necesitaban eso. Reír, jugar, hablar de temas triviales, en vez de quien mató a quien.

Comenzó a oscurecer y Carla lo invitó a pasar la noche en su casa. Samuel no tuvo fuerza de voluntad para negarse a la invitación.

_._

- Entra.- le susurró Carla al mismo tiempo que abría la puerta de su habitación para luego cerrarla con cerrojo.

No alcanzó a saludarlo cuando Samuel se abalanzó sobre Carla acostándola en la  bigantesca cama y colocándose sobre ella.

- Me voy a cobrar todas las noches de insomnio que me has ocasionado desde que te conocí.- le advirtió Samuel con voz profunda y deseosa.

- Tú tan fuego y yo tan decidida a quemarme.- le susurró ella al oído mientras le sacaba el cinturón habilidosamente.

A diferencia de otras noches, Samuel no dejó que Carla tomara el control. Entrelazó sus manos a las de ella y las colocó por detrás de su cabeza.

Carla, que al principio se encontraba conteniendo cada sonido que podía, no aguantó más cuando Samuel se deslizó hacia sus piernas y dejó que todo Madrid se enterara que estaba teniendo un orgasmo.

Luego de dos horas y media de haber disfrutado el cuerpo del otro, se quedaron abrazados mirando el techo.

- Te amo.- confesó sin querer Samuel, que al instante asumió que la había cagado. La euforia del momento lo había hecho decir algo que no tenía planeado comunicarle por lo menos hasta saber si era recíproco.

- Lo sé.- le contestó ella tranquilamente- Yo también te amo.

Samuel solo volteó incrédulo para verla recostada pacíficamente mirándolo a él. Carla jamás había tenido tanta confianza o seguridad al hablar de sentimientos.

- No me hagas arrepentir de lo que siento, ¿vale?- el preguntó ella más seriamente.

- Jamás. Nunca volveré a fallarte. Tienes mi palabra.- le aseguró con tanta seguridad en su voz que se sorprendió de sí mismo.

- Además... conmigo jamás te va a faltar el amor, y si te falta lo hacemos.- le dijo pícaro al mismo tiempo que le besaba el cuello. Carla solo reía por lo bajo mientras que le acariciaba el cabello.

\\

SUBO CAPÍTULOS TODOS LOS DÍAS