34- La manada

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Carla estaba terminando de acomodar el apartamento para dejarlo en condiciones, ya que solo lo había rentado por una noche. Además, se les había hecho llegar la noticia de que Marina había cometido un acto consiente en contra de su propia vida, y ahora estaba en el hospital, lugar al cual debían acudir ya que querían apoyar a Guzmán y comprender la situación más a fondo.

- Amor, ¿estás listo?- preguntó ella desde la puerta, lista para marcharse.

- Si, si.- respondió apresurándose a su lado.- Quería dar un último vistazo al resto de la casa... Está tan extraño...

- Ya.- le acarició la espalda con cariño.- Hace mucho que nadie vive aquí...

Él solo asintió con la cabeza y dió media vuelta para marcharse hacia la salida. Carla se quedó observando aquella sala unos segundos más. Giró hacia la ventana, la cual les había alumbrado aquella noche de la Red Party en la cual conectaron de manera tan distinta, y no pudo evitar sonreír ante el bello recuerdo de los comienzos de su relación.

Bajó la mirada, y cerró la puerta.

_._

- ¿Sabes qué pasó?- preguntó Lu a Nadia apenas llegó al hospital con Valerio tomándola de la cintura.

Nadia estaba por responder, cuando llegó Samuel con Carla bajo su brazo acelerando el paso.

- ¿Qué ha ocurrido?- preguntó Samuel uniéndose al grupo.

- Eso nos estaba por decir Nadia.- lo saludó Valerio palmeándolo en el hombro, gesto que Samuel repitió con una sonrisa al ver a su amigo. Mientras, Carla saludaba a Lu con dos besos.

- Se ha tomado una cantidad peligrosa de paracetamol. Guzmán y su padre la han encontrado a tiempo.- apuntó negando incrédula con la cabeza.

- Pobre.- comentó Valerio haciendo una mueca de comprensión hacia la pelirroja.

- ¿Pobre?- se indignó Lu, en cuanto estaba por explotar y dejar que todo el enojo acumulado saliera, Carla se adelantó y la jaló del brazo lejos del grupo, que siguió charlando como si nada.

- No le des el gusto, Lu.- le dijo en voz baja una vez que estaban lo bastante alejadas.

- ¿De qué hablas?- preguntó la mexicana curiosa.

- ¿Por qué crees que ha montado todo este circo?- se cruzó de brazos.

- Para llamar la atención, supongo.

- Como siempre, Lu. Sabe que si estamos preocupados, estamos bajo su manipulación, no es idiota en ese sentido.- apuntó rodando los ojos, a lo que Lu rió levemente.

- Te conozco. No me has pedido que reúna a las demás para una tarde de té, ¿verdad?- preguntó Lu con una media sonrisa.

- Si dos mujeres que tienen un mismo objetivo en común son imparables, imagínate a cinco.- le devolvió la sonrisa.

- Ya... ¿pero qué motivo tendrían ellas? Digo, Cayetana no le hace asco a ninguna oportunidad de humillar a Marina, así que creo que estará dentro. Pero las demás, lo dudo.

- Nadia se siente frustrada por sentirse forzada a hacer la vista gorda y perdonar a Marina por Guzmán. No quiere tenerla cerca. Tiene un gran corazón y lo disimula bien por fuera, pero aún está resentida por todo lo que nos hizo pasar, en especial a su familia. Y... la choni, por motivos de alta obviedad, estará de nuestro lado.- terminó haciendo una mueca de desagrado.

- Okay, pero aún no entiendo porqué coño aguantas la amistad tan cercana que tiene con tu novio. Yo ya la hubiera drogado y rapado el craneo.

- ¡Joder, Lu!- se carcajeó la rubia.- Igual tú también tienes lo tuyo...- le contestó más tranquila.

Mío o de nadie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora