62- Repoblar

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La tensión entre Carla y Marina, no había disminuido ni un poco. Había estado abandonada por asuntos más importantes, sí, pero era notoriamente existente.

Las juntadas en casa de Guzmán o Valerio, estaban llenas de miradas asesinas y algún que otro maní volador que casualmente caía en el cabello de la otra. Costaba mucho notarlo, ya que la borrachera no se hacía esperar mucho entre los invitados.

Pero en algún momento debía explotar. O eso creían los miembros de la audiencia que presenciaban todo, en especial Valerio, que no podía esperar a presenciar cuando aquello pasara.

Y explotó.

Si tuviéramos que medir la escala en la que la explosión impactó en la tierra, de tener como base a un petardo, lo más apropiado sería una bomba nuclear.

Pero es muy complicado explicar las dimensiones de la bomba si no se tienen en cuenta las circunstancias...

Resulta muy conveniente que Valerio y Lu hayan invitado al grupo a su casa para comenzar el fin de semana. Pero ese no fue el problema.

- En verdad no quiero estar aquí.- se quejó Marina dirigiéndose a Nadia mientras tocaban el timbre de la casa de los Montesinos.

- Tu hermano quiere que salgas un poco.- la palestina explicó.- No puedes estar encerrada todo el día.

- Saldré, pero no quiero hacerlo aquí.- la pelirroja se cruzó de brazos.- No con Carla restregándome en el rostro el hecho de que está con Samuel.

Justo cuando Nadia iba a replicar, Lu les abrió la puerta para pasar.

- No creo que sea tan buena idea.- Carla miraba con duda a Samuel, que le habría la puerta del acompañante para que bajara.

- No estarán solas.- comentó tendiéndole la mano.

- Sé que no.- ella lo miró con el ceño fruncido ante la obviedad.- Pero ya estoy comenzando a a hartarme de sus miradas condescendientes.

Samuel se detuvo en su lugar a pensar de qué hablaba.

- ¡Marina, Samuel!- soltó frustrada al ver que su novio no terminaba de entender.

- Ya, vale, vale.- levantó las manos en señal de inocencia.

Al juntarse con el resto del grupo, Carla se propuso tomarse las cosas con calma. No quería hacer un alboroto. Pero la mirada intensa de la pelirroja permanecía clavada en su espalda.

- ¿Vendrás con Carla y conmigo a la apertura del local de Gucci en la peatonal de Madrid mañana?- Lu preguntaba a Cayetana mientras se servía una copa de champaña.- Oí que tendrán los vestidos de la colección de invierno disponibles solo para los primeros clientes.

- No lo creo.- Cage revisaba su celular sin dirigirle la mirada a ninguna.- Iré con Ari a ver una película.

Una sombra cruzó por los ojos de Carla al oír esto. Pero recordó lo que se había propuesto aquella tarde y sonrió falsamente para evitar disputas.

- No sabía que eras tan amiga con la mojigata esa.- comentó Lu igual de molesta que Carla, pero sin ocultarlo.

Cayetana se encogió de hombros y frunció los labios. Ambas jóvenes podían ver que algo andaba mal con su amiga.

- Hablamos mucho. Cuando menciono lo que es importante para mí, me apoya y cree en mí. Quizá por eso disfruto su compañía.- soltó a quemarropa y les dió la espalda para marcharse con Ander y Omar.

- ¿What the fuck fue eso?- la mexicana rompió el silencioso incómodo que se generó entre ellas.

- Luego hablaré con ella.- Carla se limitó a comentar, aunque la verdad, la actitud de Cayetana la había desconcertado y muy en el fondo, le había dolido.- No sería prudente conversarlo aquí y ahora.

Mío o de nadie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora