- ¿'La Cenicienta'?- preguntó Lu a los gritos.
- ¡Que va, Lu!- exclamó Carla al mismo nivel de voz.- ¿En qué mundo es 'La Cenicienta'?
- ¡Pues yo qué sé!- se defendió la mexicana.- ¡Está tirado en el suelo fregándolo!
El grupo de amigos había programado una noche de juegos entre todos. Lo que estaba sacando de quicio a más de uno, era el 'Díganlo Con Mímica', que tenía a todos gritando y atropellándose con palabras y risas.
Las chicas, Carla, Lu, Cayetana, Rebeka y Nadia, formaban un mismo equipo, que cabe decir, iba perdiendo.
Los varones, Samuel, Valerio, Ander, Omar y Guzmán, sobra decir, formaban el equipo que estaba sacando la delantera en aquella noche de juegos.
- ¡Tiempo fuera!- informó Omar levantando una mano para que las chicas dejaran de adivinar.
- ¡Coño!- se quejó Lu dando un largo sirva a su copa de champagne.- ¿Y qué carajos era eso entonces?
- '101 dálmatas'- respondió Samuel riéndose mientras que anotaba otro punto a favor en la gran pizarra en la que llevaban la cuenta.
- ¡Ah, ya!- Cayetana levantó la mano en señal de que había entendido.- Entonces Guzmán no estaba fregando el suelo, estaba caminado en cuatro patas...
Samuel la miró con ternura. Todos los recuerdos que su mente había suprimido, comenzaron a aflorar. Las travesuras de la infancia, las noches en las que se desvelaban hablando, los juegos en el parque, los fuertes con mantas en la sala...
Carla notó rápidamente cómo el rostro de Samuel adoptó una expresión pensativa. Se levantó del sofá marrón en el que se encontraba con Nadia y Lu, y con cuidado se acercó a él.
- Ya verás que todo irá bien.- lo besó en la mejilla sorprendiéndolo.
Él solo se limitó a sonreírle cálidamente. Estaba seguro que sería muy complicado que todo salga bien, pero no podía negar que la presencia de Carla en su vida hacía que viera todo desde un punto de vista más optimista.
Estaban atrapados en los ojos del otro. Sentían tantas cosas en ese preciso instante. La belleza de sentirse amados y protegidos, importantes y únicos bajo la mirada de quien aman.
- ¡Ay, no jodas!- Lu le lanzó un almohadón a Valerio riéndose ante alguna aparente broma de él.
Aquello fue suficiente para traer a la joven pareja de vuelta al planeta tierra. Carla negó con la cabeza mientras sonreía involuntariamente a las constantes escenas dramáticas que causaba su mejor amiga.
- Si sabes que no nos haremos cargo de ella cuando cumpla cincuenta, se dedique al alcohol y tenga veinte gatos, ¿verdad?- apuntó Samuel muy seriamente, para luego hacer que Carla estallara de risa.
- Lo sé...- suspiró la rubia dejándose caer sobre el hombre de Samuel.
- Vale, chicas, ¿quieren perder en el 'Pictionary'?- preguntó Guzmán sosteniendo la caja del juego de mesa.
- ¡En ésta me la pelas, cabrón!- se levantó Lu de golpe con una sonrisa victoriosa en su rostro, sonando sobrada ya que sabía que era una experta con los dibujos.
- Ay, Lu...- se rió Nadia tapándose la cara con las manos ante la expresión que utilizó la mexicana.
- Se me salió.- se encogió de hombros volviéndose a sentar.- Ya sabes lo que dicen, "Puedes salir de México, pero Mexico nunca se sale de ti"...
- Vaya, y la arrabalera soy yo.- Rebeka aprovechó para burlarse.
- Quieta...- la reprendió Nadia a Lu tomándole del brazo para que no comenzara un pleito.
- ¡Yo si quiero!- se entusiasmó Cayetana.- Me encanta este juego, solíamos jugarlo con mi mamá los domingos.- recordó con melancolía.
- Vale, escojan un color entes de que comience a sonar la música de violín.- la codeó Valerio a modo de broma, a lo que ella rió.
El juego se había vuelto interminable, las chicas los habían alcanzado en cantidad de puntos y no pensaban rendirse.
- Lu, dice 'un presente', no 'el presente'.- le hizo ver Nadia a su amiga mostrándole la tarjeta.
La mexicana los había dibujado a todos en sus respectivos lugares en 'el presente', pero lo que el juego pedía era 'un presente', a lo que Rebeka no se pudo aguantar.- Tantos obsequios que te hacen de Gucci y Prada... ¡y ni una caja de regalos sabes dibujar!
- Creo que lo mejor será que nos vayamos antes de que empiecen a volar fibrones.- Samuel le susurró al oído a Carla mientras que un nuevo pleito entre las enemigas a muerte se llevaba a cabo.
- O tableros...- rió ella por lo bajo.
_._
Había sido una noche larga, pero por alguna razón, ninguno se sentía con ganas de ir a dormir.
Estaban acostados abrazados, pero bien despiertos.
- ¿Puedo preguntarte algo?- Carla de repente rompió el silencio.
- Claro.- la animó Samuel.
- ¿Por qué aún no le has dicho nada a Cayetana?- preguntó con cautela.
Samuel suspiró. No encontraba la mejor y más clara manera de expresarse.
- Si bien yo soy el único hijo de mi padre, Cayetana es hija de la madre que Nano y yo tenemos en común...
- ¿Y eso es malo?- intentó entender ella.
- Ya no lo reconozco. No sé qué es capaz de hacer o cómo reaccionará al enterarse de que tenemos una hermana en común.- apuntó acariciando el hombre de Carla suavemente.- Actúa con la sangre caliente, no se detiene a pensar. No quiero exponerla a él aún.
- Y... ¿él tiene que saber?- indagó intentando ayudar.- Ellos sólo comparten sangre. Tú y Cayetana, además, comparten una infancia entera. Me parece justo que tú te reserves el derecho a proteger a tu hermana de alguien quien no le conoce.
- Tienes razón en eso.- confesó Samuel mirándola a los ojos.
- ¿En verdad crees que él sería capaz de hacerle daño?- preguntó un poco más preocupada.
- No lo sé, linda.- se sinceró mirando al techo.- Ayudó a fingir la muerte de una chica de dieciséis años a la que dejó embarazada, se fugó con ella dejando pensar a todos que le habían trasladado de cárcel, casi de lástima físicamente en la fiesta de Halloween del año pasado... algo que no le voy a dejar pasar al maldito.- musitó con rabia.- No sé de que es capaz.
- Hey...- le tomó el rostro entre sus delicadas manos.- Que tu hermano puede tener todos los planes que quiera en su mente, pero tienes a un escuadrón de niños pijos que no dejaran que le toquen un pelo... ni a ti, ni a ella.
- Lo sé.- se acercó a besarla.- Mañana te tengo una sorpresa...
- ¿Qué es?- se emocionó Carla abriendo sus grandes ojos verdes.
- Si te dijera ya no sería sorpresa...- se burló Samuel.
- Cierra el hocico.- lo chitó.
- Duerme...- le susurró con ternura al oído. Cosa que fue suficiente para que Carla cediera al sueño.
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Mío o de nadie
FanfictionDespués de que el su plan terminara en fracaso (terminada la segunda temporada), Samuel termina por convencer a Carla de que le de una oportunidad para demostrarle que nada fue un juego para él. Con mutuo esfuerzo para vivir una relación sin mentira...