Después de la charla que Samuel tuvo con Teo, no pudo pegar un ojo en toda la noche. El mero pensamiento de que su Carla, su dulce y perfecta Carla, pudiera terminar tras las rejas, le cerraba el pecho.
Ella tampoco podía dormir, no porque se sintiera preocupada o angustiada, pero porque sabía que Samuel estaba bien despierto, lo conocía. Pensó que después de un rato, el tomaría la iniciativa de aprovechar ese insomnio al máximo, ya que ambos estaban lejos de dormirse. Pero él jamás siquiera trató.
- ¿Estás bien?- se atrevió a preguntar al verlo mirando hacia el techo con sus ojos bien alerta.
Samuel volteó sorprendido al verla despierta y le dió una pequeña sonrisa.
- Sí, solo un poco de insomnio, ¿qué hay de ti?- chequeó la hora en el celular para encontrarse conque eran las cuatro de la mañana.
- Lo mismo. Y pensaba en la conversación que tuviste con mi padre... no quisiste contarme nada, y evitas el tema desde que llagamos a casa.- concluyó Carla mirándolo expectante.
- No te he dicho nada porque no fue algo importante.- comentó él riendo por lo bajo tratando de sonar creíble.- Lo de siempre: "cuida a mi hija", "es mi princesa, ten mucho cuidado", "¿cuáles son tus intenciones?"...
Carla soltó una carcajada divertida por la manera en que Samuel imitaba pobremente la voz de su padre.
- Ya, ya, eres muy chistoso, pero espero que no pienses que me tragaré ese cuento.- sonrío tranquila, pero quería mantener la severidad en su voz. No quería dejarlo salirse con la suya.
Samuel suspiró e intentó mantenerse tranquilo. Conocía a su novia. Era hábil e intuitiva, sería difícil mantenerla al margen.
Lo que más le molestaba era no poder hablar con ella. Teo tenía razón, de contarle solo la alteraría. Y mientras más alejada del tema estuviera hasta que lo pudieran resolver, mejor era para ella. Pero se lo haría muy difícil.
- ¿Por qué le buscas la quinta pata al gato?- la aferró de la cintura mirándola a esos ojos verdes que lo enloquecían.- ¿Por qué en vez de buscar problemas donde no los hay, disfrutamos de que ambos estamos despiertos?
Aquella propuesta provocó una sonrisa de oreja a oreja en Carla, que trataba de luchar para no ceder a su deseo, pero que terminó por rendirse ante la cercanía de sus cuerpos que la volvía loca.
_._
En la mañana que siguió, se sumieron en su sesión de besos matutinos antes de levantarse y comenzar su día. Era complicado marcar el límite que debían respetar para no pasarse y terminar llegando tarde al colegio.
- Oye... amor...- Carla trataba de hablar entre besos.- Tengo que irme a bañar.
- ¡Qué casualidad! Yo también...- Samuel le sonrió pícaro levantando las cejas, haciendo que Carla se mordiera los labios a causa de la insinuación.
- Lo siento, pero solo iré yo.- apuntó sonriéndole de medio lado mientras la acariciaba el pecho.- Tengo que llegar a clases.
- No me digas... ¡Igual yo!- bromeó él robándole un beso antes de que ella se levantara de la cama y hullera hacia el baño antes de que la tentación le ganara.
Cuando Carla desapareció tras la puerta del baño, Samuel no pudo evitar sentir unas inmensas ganas de romper en llanto allí mismo. Por un lado estaba molesto con Teo por haberlo cargado con semejante peso, y haberle hecho prometer que no lo hablaría con Carla, pero por otro, se sentía agradecido con el padre de su novia por tener tanta confianza con él cuando de proteger a Carla se trata.
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Mío o de nadie
FanfictionDespués de que el su plan terminara en fracaso (terminada la segunda temporada), Samuel termina por convencer a Carla de que le de una oportunidad para demostrarle que nada fue un juego para él. Con mutuo esfuerzo para vivir una relación sin mentira...