Nuestra conversación se vio interrumpida por uno de sus hombres.
—Se escapó, señor. Me parece que lo herimos.
—¿Y qué mierda haces aquí? ¡Tráeme la cabeza de ese cabrón!
—¿Se fue? — miré a mi alrededor y vi varios cuerpos en el suelo, pero el de ese viejo no estaba por ninguna parte—. No, ese tipo no puede escaparse — me puse de pie, pero Kiran me atrapó en sus brazos.
—Relájate. Inhala y exhala. Déjame todo a mí, ¿de acuerdo?
—No— negué con la cabeza rápidamente—. Ese viejo asqueroso debe pagar. Él dio la orden. Su cuello… atravesaron su cuello… ellos… mucha sangre — pasé mi mano por mi pecho y le mostré la cantidad de sangre que tenía en ellas.
—Mírame, pequeña — tomó mi rostro entre sus manos, obligándome a mirarlo—. Necesito que te calmes. Te llevaré a un lugar seguro, ¿de acuerdo?
—No… yo… necesito ir a buscar a ese viejo.
—En estas condiciones no puedes hacer nada. Vamos.
—No, yo no me puedo ir sin ella. Kim me necesita — traté de arrodillarme, pero los brazos de Kiran me cubrieron.
—Pequeña, Kim ya no está. Sé que duele, sé que es difícil de procesar y de comprenderlo, pero necesito que pongas de tu parte. Si quieres hacerle pagar a ese viejo, necesito que vengas conmigo. Tengo que llevarte a un lugar seguro. Ella ya está en un mejor lugar y no sé puede hacer nada, ahora eres tú quien debe mantenerse con vida.
No quería irme, no quería dejarla sola, mucho menos abandonarla ahí, pero Kiran me sacó casi a la fuerza. Mientras manejaba como un mismo desquiciado, respondió una llamada y parecía ser una mala noticia, porque le dio varios golpes al volante.
—¡Son unos inútiles! Tal parece que como siempre, deberé hacer las cosas por mi cuenta — colgó la llamada, tirando el celular de mala gana.
—Es tu momento de decirlo — murmuré.
—¿De decir qué?
—Te lo dije…
—No debí dejarte ir. Debí obligarte a quedarte en la casa, aunque las cosas entre los dos se hayan acabado. No voy a enmarcar tus errores, tampoco es el momento de atacarte, porque esta vez quién se equivocó fui yo. Sabía que no estabas preparada para enfrentarte a esto sola, aun así, decidí darte el espacio que querías. Casi te pierdo; si algo así sucede, no sé qué sería de mí. No podría perdonarme algo así nunca. Te prometo que esto no volverá a pasar.
—Sus padres… a ellos los mataron por mi culpa también.
—No fue tu culpa.
—Sí lo fue. Ellos me estaban buscando a mí, pero se toparon con ellos. Yo no quiero que nadie más muera por mi culpa.
—Eso no pasará. Esme, te necesito positiva. Necesito que te calmes y seas fuerte.
—Nunca te creí cuando me advertiste sobre todo esto. Debí hacerte caso.
—Hace mucho tiempo ese tipo está detrás de ti, pero siempre quise que vivieras una vida pacífica en lo que te graduabas, que pudieras disfrutar plenamente de tu juventud como cualquier otra adolescente, por eso no te había dicho nada. El día que fuiste a Las Vegas con Max, ese tipo estaba detrás de ustedes, pero al ver que éramos más que él y su gente, decidió cambiar los planes. Mucha casualidad, ¿no crees? Esto que te diré, solo debe quedarse entre los dos.
—¿Qué cosa?
—Creo que Max está trabajando para Serrano y que fue él quien reveló la dirección de tu nueva casa.
—¿Qué?
ESTÁS LEYENDO
Dulce Veneno I [✓]
RomanceDesde la muerte de los padres de Esmeralda, la custodia absoluta cayó en manos de su tío; Kiran Harper, un hombre cuyo oficio y procedencia se desconoce, pero consta de infinitas conexiones, dinero y poder. Mientras ella lucha por salir de sus garr...