Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?

10- Resaca

Mónica

Después de despedirme de Vanesa, continúe mi camino a casa, he pasado una de las mejores noches de mi vida al lado de una chiquilla que hoy ya no es una desconocida mas, si es que acaso alguna vez lo fue, no lo se, bien dicen que en esta vida más que conocernos nos reconocemos y yo, solo sé que en ese abrazo del final de la noche se me ha quedado más cordura de la que estoy dispuesta a aceptar, por ahora me dispongo a dormir, con ella lejos el sueño comienza a buscar su espacio en mi lado de la cama, de mi cama... mi cama y la de Dey, mi casa, nuestra casa, que estás haciendo Mónica? dejándote llevar así por la fantasía dibujada en los ojos de una chica algo menor que tu, de cuando acá las personas menores te roban el pensamiento de esta forma? 

Parte de lo que me tiene con Dey, en esta relación en la que a veces de mujer paso a ser un ornamento más de casa, es eso, su madurez y la estabilidad que le ha aportado a mi vida, pero que me ha hecho sentirme mas y mas sola últimamente, sin embargo esta irrupción de Vanesa en mi vida me descoloca, me intriga y me invita a descubrirla, es que un poco de locura en mi vida quizá es lo que me hace falta, por ahora, no quiero pensar mucho, solo quiero dejarme llevar por estas sensaciones.

 Hoy al partir y sin que se diera cuenta le he dejado un papel con el numero de mi teléfono se que eso falta a nuestro trato de no cosas personales pero quería echar un amoneda al aire, si lo ve, y decide llamar, estaré dispuesta para seguir adelante, si no llama, entenderé eso como un punto final, sin embargo no puedo dejar de pensar en lo que me dijo, será que de verdad me esperara en esa banca? eso lo dijo sin saber que he dejado en su bolsillo una solución a encontrarnos de nuevo, debo pensar que sería capaz Vanesa de estar ahí? no lo se, y por ahora no quiero pensar, por ahora, solo necesito dormir y, de ser posible, soñar con ella, con sus mirada, con el roce de su mano, con su voz....

Vanesa

Apenas abro la puerta de casa, me quito la ropa y la voy dejando en el camino, el cuerpo me pide cama y voy a darle lo que necesita, me tiro en mi cama mirando el techo sin sacarla de mi cabeza, Mónica... no más una extraña, Mónica es el nombre de quien ha venido a moverme el piso en solo unos días, pero ahora mismo no se que pensar o qué hacer con esto que ella me despierta, intente dar un paso más pero ella no lo permitió, cuando le pregunte que si todo quedaba en esa banca de parque y así lo quería, ella solo dijo que no lo sabía, si tan solo me hubiera dejado una clara señal que me había sentido, pero no fue así.

Pero como siempre no me daré por vencida tan fácil, quiero conocerla mas y mas, si para ello tengo que estar en esa banca cada día como se lo prometí así se hará, si no regresa, entonces entenderé su mensaje, y todo quedará en una noche y 3 canciones, cómo fue nuestro acuerdo. Pero por favor, abuela, ayúdame -levanto la mirada al cielo en señal de suplica- que regrese, que Mónica quiera saber mas de mi, o tan solo la mitad de lo que yo quiero saber de ella, y es que al final, cuando me ha llamado y ha dicho que no descartaba a las chicas, o a mi, me ha devuelto el alma el cuerpo cuando ya lo daba por perdido, si, abuela, estaré en esa banca de parque mañana y pasado y un día después.

Mónica

Después de varia horas durmiendo veo el reloj y son las 7 de la tarde, tengo 3 llamadas perdidas de mi madre y 5 mensajes de Dey

Dey: Hola nena, he estado desaparecida, lo se, disculpa por ello, estos problemas me han robado más tiempo del que esperaba y no me han dado ni un respiro, como estas? tardaste en contestar

Mónica: Hola Dey, estoy bien, en casa y si, estaba durmiendo, lo siento no escuche, tengo llamadas perdidas de mi madre también, ahora le devuelvo la llamada.