Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?

19- Revelaciones

Mónica

Despertar con Vanesa durmiendo relajada en mi pecho me genera una paz indescriptible, ayer fue un día muy emocional para las dos, no se si entre todo lo que ha ocurrido haya algún mensaje misterioso o no, pero el bote del abuelo ha sido el protagonista, por diferentes circunstancias, Vanesa y yo dimos pasos de gigante en esta misión de descubrirnos, se que aun falta tanto y más, pero hasta este momento me siento viva en sus brazos o teniéndola conmigo, aun nos faltan algunos días antes de regresar a nuestra realidad, y los retos que con ella vengan, pero ahora, quiero ser sincera totalmente, y sin importar que siga para nosotros, mi decisión de terminar con Dey está tomada y eso no implica buscar el comienzo de una relación formal con Vanesa, siento que es muy pronto para eso, por ahora sentir como descansa tranquila entre mis brazos es un alivio -la observo dormir y paso mi dedo por su nariz- quien me iba a decir a mi, siempre tan organizada, buscando orden y seguridad en cada aspecto de mi vida, que un día estaría en este salón, riéndome a carcajadas como hace tanto no lo hacía... porque no recuerdo un dolor de barriga por reír desde que el se fue, o mas bien, no lo recordaba hasta que este torbellino, que ahora descansa en silencio, llego a mi vida para descontrolar todo, no cabe duda que es una chiquilla maravillosa y encantadora, y no se como ese tema de nuestra diferencia de edad no parece influir, sin duda Vanesa es una mujer muy especial a la que quiero seguir descubriendo un poco mas cada día - en un momento dejó salir un suspiro tan profundo, que sin querer despierto a Vanesa, se mueve amodorrada, antes de abrir completamente sus ojos, le doy los buenos días dejando un beso en su frente.

-Hola... buenos días, dormilona - la aprieto más a mi pecho y ella se hunde en mi cuello-

Vanesa: mmm... Hola... buenos días -me quedo acurrucada en su cuello unos minutos más, que bien se siente estar aquí, el olor de Mónica me embriaga, jazmín con un toque cítrico y madera mezclado con su piel, puedo estar aquí todo el día si es que eso fuera posible, pero mi fantasía se ve rota por el reclamo de cierta barriga que lanza un gruñido sonoro y fuerte pidiendo comida, suelto la risa y me apoyo sobre mi brazo para ver a Mónica que sonríe apenada.

-Hambre?

Mónica: Yo no... ¡te juro que ellas tienen vida propia! jajajaja, un poco, pero no quiero levantarme de aquí -la traigo de nuevo a mi pecho- se está tan bien contigo así... Vanesa... ¿Quién eres tú? y como es que hiciste para voltear mi mundo al revés solo mirándome y sonriendo así? -tan pronto como digo eso, rompo el silencio sin dar oportunidad a respuesta-que hora es?

Vanesa: Déjame ver el celular, mm... 11 am dice, vamos, hay que levantarse para darnos una ducha y planear el día de hoy, ¡venga floja! te ayudo a pararte.

Mónica: Nooo no quiero, te propongo algo, vayamos por desayuno y regresemos aquí, yo se que no te gusta la televisión pero si quieres podemos poner algo, una película o cualquier cosa.

Vanesa: Me gusta tu plan, pero lo modificare un poco, hagamos un desayuno en forma y preparo algo de fruta para traer y picar mientras escuchamos música, mira que el iPod tuyo me encanto, aun tengo mucho por descubrir ahí, qué te parece?

Mónica: Vamos pues, mientras preparas algo de desayuno yo subo rápido a ducharme y bajo corriendo a relevarte para que subas tú después, así no perdemos tiempo y desayunamos juntas, mira que el día aún está lluvioso y apetece.

Vanesa

Luego de convencer a Mónica de desayunar en forma, nos levantamos y ella se va directo a la ducha mientras yo preparo algo de desayunar, me apetece Pancakes con sirope de maple, frutillas, zumo y el tradicional café, espero a Mónica le guste, es una vieja receta de mi abuela que me encanta.