86-No te atrevas a compararme

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Mauro: ¿Qué pasa aquí? ¿Qué hacen en la bodega? Oscar...

Mónica: No!... no, Mauro, el no tiene la culpa, el... yo solo le pedí un favor y venimos aquí, pero él no es responsable, por favor no lo regañes, te aseguro que si estamos aquí es por mi -La mirada fría de Vanesa se clava en mis ojos y en los de Bar-Man- será mejor que... -me giro para quitarme la chaqueta y entregarla- gracias, por la chaqueta y por todo amigo, gracias.

Bar-Man: Tranquila, Mónica, puedes llevártela, hace frío afuera y vas a nec...

Vanesa: ¡No la necesita! ... ella ya tiene una! -Les miro con fuego en los ojos, y al momento me quito la chaqueta que traigo puesta- toma, Mónica, si tanto frío tenías, y no te bastaba con la que traes, aquí está tu chaqueta, me la hubieras pedido y ya está!

Mónica: Emm... Gracias, Bar-Man... Gracias, Mauro... por favor, te juro que no es lo que parece, el solo me estaba ayudando, te lo juro...

Mauro: Tranquila Mónica, conozco a mi gente, lo sé... no pasa nada, este cabezón es de mis mejores aliados en el búho, vete tranquila -le dejo dos besos- ha sido un gusto verte de nuevo, espero no sea la última vez.

Mónica: No, prometo volver... gracias -volteo y susurro al ver a Bar-Man, salgo apresurada hacia Vanesa que ha salido ya-

-Cuando salgo del Búho, miro de un lado a otro, la noche está fría y está nublado, parece que va a llover, busco a Vanesa, pero no la encuentro, me alejo un poco y veo que camina a pasos rápidos rumbo a la avenida, corro tras ella para alcanzarla- Vanesa!... Vanesa!... espera, Vanesa! Vanesa Martin detente! con un demonio! -Ella se frena en seco, yo me acerco, me pongo frente a ella, su mirada es fría, parece molesta y esta temblando- Estas temblando, toma -intento ponerle mi chaqueta-

Vanesa: ¡No quiero nada tuyo! al parecer tienes mucho frío, no es así? te hace mas falta a ti que a mi, o que? era un pretexto para dejarte abrazar y quitar el frio por cualquiera, en la bodega de un bar? -siento el calor y la ira recorrer mi cuerpo, aunque se que no tengo derecho alguno, el haberla visto así, abrazada a él y escondidos en una bodega, me provoca unos celos que ahora mismo no puedo controlar, es por ello que suelto esas palabras sin pensar-

Mónica: Pero... ¿Cómo te atreves? ¿Con qué derecho me hablas así? Escúchame muy bien, lo que viste hace un momento, no es lo que parece, y aunque lo fuera, no tengo porque darte ninguna explicación!... ¿entiendes eso? ninguna!

Haz lo que quieras, Vanesa... pero no voy a dejar que te mueras de frío -le aviento mi chaqueta a la cara y ahora soy yo quien camina a toda prisa, tratando de salir de ahí- tu decides si te la pones o no, yo me largo...

Vanesa: ¡Claro! que fácil, verdad? regresa, el camino es para el otro lado! y discúlpame por haber interrumpido su escenita de abrazos y el momento romántico, de haber sabido que la estabas pasando tan mal conmigo, ni siquiera hubiera aceptado venir! -camino detrás de ella, siguiéndola-

Mónica: Pero... -Me giro enfurecida, en este momento, las palabras de Vanesa me han calado tan profundo, que comienzo a llorar de la rabia que siento- tu no tienes ningún derecho a decirme nada! esta noche, no he hecho otra cosa que tratar de que estés bien, aun cuando se me parte el alma de solo pensar la razón por la que estamos aquí !

No se que carajos te molesta tanto, te recuerdo que hace mucho que tu no tienes derecho a reclamarme nada, ahora tu estas enamorada de esa mujer que te lastima y te usa, yo solo he estado aquí para ti, no me merezco que me hables de esta forma, y además, ni siquiera entiendo por que lo haces! -me giro y sigo caminando a toda prisa-

Vanesa: Lo hago porque te estoy cuidando y nada más! No me gustaría que te pasara algo y que tu madre sufra! solo es por eso, me entiendes?!

Y si tanto te gustaba ese tío o cualquiera, me lo hubieras dicho y ya está! no me habría puesto a cantarte canciones como estúpida! ... con un demonio, Mónica... ¡no puedo creer que tú también seas así! -Justo en el momento que solté esto último, movida por los celos, quise arrancarme la lengua... carajo, María Vanesa! yo ni siquiera pensaba eso realmente- Mónica...yo, yo... no quise...

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora