168- El sueño que nunca deje de soñar...

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Vanesa

Al final, esta noche ha sido, por mucho, una de las más especiales que he tenido en años, hemos tenido la oportunidad de hablar, sincerarnos, reencontrarnos y sentirnos en lo más profundo.

-Bueno, Srita. Carrillo... -la guio sin soltar su mano a la parte del pequeño jardín junto a la alberca, ahí una pequeña carpa montada nos espera- creo que llegamos a la parte final -sonrío-.

Si bien iniciamos la noche en lo que fue la primera vez que estuvimos a solas, si mal no recuerdo, esa no fue nuestra primera cita, o al menos la no oficial... -sonrío-.

Entonces, bella... ¿Recuerdas nuestra primera cita?

Mónica: Creo que sí, fue la noche que te encontré semidesnuda con Bea... -sonrío- si mal no recuerdo, ese día te invite al cine por primera vez -sonrío al recordarlo-

Vanesa: Pero fue una cita en toda regla... -sonriendo me alejo un poco, al volver, traigo conmigo otro pequeño ramo de flores y una cajita de chocolates que escondo en mi espalda-

Mónica: Margaritas y Begonias...-le digo sorprendida al recibir un pequeño ramo, casi idéntico al que yo le di aquella vez-

Vanesa: Y... Ferrero Rocher... -sonrío al ver su cara-

Mónica: Jajaja Vanesa, faltan 3 chocolates jajaja no me digas, también a ti te timaron... jajaja -me acerco y cuelgo mis brazos alrededor de su cuello- gracias, por todo...

Vanesa: Gracias a ti por ser parte de la mejor historia de mi vida... y lo de los chocolates... -la beso- ve haciéndote a la idea, que siempre harán falta tres -sonrío- después de todo, ha sido el mejor pretexto para reencontrarnos, en más de una ocasión, pero aún falta algo... -sin soltar su mano, la llevo a la pequeña carpa- ¿creíste que iba a olvidarlo?

Mónica: Vanesa...

-ahí, dentro de esa pequeña carpa, me encontré con una especie de cine improvisado, Vanesa había montado una pantalla con equipo de sonido y un sofá doble para ver una película, y no, aunque no era la misma de aquella noche, la sorpresa no pudo sino encantarme más-

Vanesa: Por todas las películas que no pudimos ver juntas estos años, en el cine o en una noche de manta y sofá, -camino con ella de la mano hasta llegar al sofá y acomodarme invitándola a sentarse entre mis piernas- ¿preparada para la función? sé que esta película te encantará...


Mónica

Si el objetivo de Vanesa, había sido hacer de esta noche algo muy especial, sin duda lo había superado por mucho, el estar juntas y abrazadas en un sofá al aire libre, mientras veíamos una de mis películas favoritas, que por supuesto, es la mejor opción, si de revivir, recuperar sueños, recuerdos y momentos que perdimos por mucho tiempo, se trata.

Mientras Vanesa me envolvía entre sus brazos, ella acostada detrás de mí, yo no podía detener el llanto, y es que, sin vergüenza confieso, que si de cine se trata, soy orgullosamente de lágrima fácil.

Vanesa: Mónica... ¿estás llorando?

Mónica: ¿Pues que esperabas? Vanesa, es Cinema Paradiso...es Totó... son sus recuerdos... es el paso del tiempo... es... es...-ahí viene de nuevo, la lágrima que no se puede contener-

Vanesa: Jajaja debo admitir que eres adorable, ven aquí... -la giro para abrazarla a mi pecho- había olvidado que una de las cosas que más me gustaba de ver películas contigo es eso, no me malinterpretes, no me gusta verte llorar... pero, acepto que me derrito cuando lo haces viendo películas...- le dejo un beso en la frente-

Mónica: No te rías... si sabes que soy una llorona, solo a ti se te ocurre elegir esa película...

Vanesa: Jaja... está bien, no me río más... -con el control remoto apago la pantalla dando paso a algo de música- ¿te ha gustado?

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora