186 - ¡Te dije que ella lo echaría a perder!

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Dey

Después de salir con Mónica del canal pasamos a comer algo, y sin pensarlo mucho, agarramos carretera sin rumbo fijo.

Realmente ninguna de las dos estaba de ánimos para estar en la ciudad, y mucho menos en casa, yo había discutido con Bea y Mónica aún continuaba sin entender qué es lo que estaba pasando con Vanesa.

Para Mónica, la lejanía de Vanesa y el saber que había organizado una reunión en Málaga y no fue invitada, resultó en un jarro de agua fría que estaba intentando procesar.

Entre la plática y el silencio, nos terminó de caer la noche y así fue que decidimos quedarnos en un chalet cerca de Segovia, por mi parte, envié un mensaje de texto a Bea avisándole que estábamos juntas y bien, pero que no volveríamos a casa esta noche, al momento entró una llamada, pero incluso yo tenía este sentimiento extraño por la situación, así que decidí simplemente no contestar.

Mónica había estado en silencio más de lo habitual, sabía que cien cosas pasaban por su mente y respete esos momentos de silencio, mientras yo hacía lo mismo con mis pensamientos.

El estar juntas, lejos, y ella recostada en mi pecho frente a una chimenea exterior, me hace cuestionar nuestro pasado y presente, y cómo es que llegamos aquí, ninguna de las dos dijo mucho, simplemente nos quedamos abrazadas sin soltar nuestras manos, y ocasionalmente hacíamos algún comentario, mientras yo dejaba pequeños besos en su frente, y ella se apretaba fuertemente a mí.

Sonreí por las sensaciones que estaban recorriendo mi cuerpo, adoro a Mónica, pero el descubrirme pensando en Bea y como llenaba mi mundo, aclaraba cualquier confusión que en este momento pudiera surgir.

Porque sí, era inevitable sentir el calor de Mónica y el olor de su pelo sin remover los recuerdos, sin preguntarme qué es lo que estará pasando por la cabeza de Vanesa, que pudiera alejarse así…

Después de estar mucho rato en silencio, fue que comencé a pensar que algo más pasaba, el recapitular en silencio, como han sido las cosas desde que Vanesa había intentado volver a la vida de Mónica, hizo que comenzara a cuestionarme la razón por la que la dejaría de lado de esta manera, y no encontré ninguna, fue entonces que caí en cuenta, algo más podría estar sucediendo aquí.

Al despertar, con Mónica recostada de lado y aferrada a mi brazo, que descansaba en su cintura, disfrute por solo un momento más de volver a tenerla así junto a mí, pero el pensamiento de que había algo que no me cuadraba en todo esto, no salía de mi cabeza mientras veía a través de la ventana, así que busqué la forma de salir de la cama sin despertarla, cuando por fin lo logre, deje un beso en su pelo y salí rumbo al salón.

Al salir de la habitación busque mi celular, tenía un par de llamadas perdidas de Bea y un mensaje de Vanesa molesta pidiéndome que le comunicara a Mónica, después de leerlo, fui por el celular de mi chica y descubrí que se había quedado sin carga, como salimos sin planes definidos ninguna de las dos tenía un cargador al momento, así que llame a la recepción, pedí que me consiguieran uno, y con la poca carga que yo tenía, lo primero que hice fue llamar a Bea.

Bea: Deysi, ¿se puede saber dónde están? ¿Por qué no contestan?

Dey: Hola… cerca de Segovia, lo siento Bea, yo deje el celular en el salón y el aparato de Mónica está descargado, esto no era el plan así que entenderás que no tenemos cargador.

Mi amor, lo siento… escucha yo te quiero, no quiero pelear contigo y menos por Vanesa, es solo que no entiendo que pasa, Mónica necesitaba estar lejos, sabe de la fiesta y que Vanesa está en Malag…

Bea: ¡Vanesa está en Madrid! Fue a buscarla tratando de darle una sorpresa y la sorprendida fue ella al saber que se fueron juntas, y aparte desaparecieron así, es por eso estábamos tratando de localizarlas, pero con todo este malentendido… Dey, mi amor, tampoco quiero discutir más, confía en Vanesa, solo quiere sorprender a Mónica por el estreno del video con Adriana y por eso ha estado actuando así, fue a buscarla para agarrar carretera y… ¿Dey? ¿Dey, estás ahí?

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora