91-¿Esto fue una casualidad?

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Mónica

Al llegar a casa, lo primero es el recibimiento de Luna que me mira con indiferencia, esta vez no hay una cálida recibida, como en ocasiones anteriores, aun de pie, nos miramos fijamente, hasta que me voy derecho a ver sus alimentos y probables destrozos en estos dos días.

-Que pasa Luna? se que sigues enojada conmigo, y el dejarte sola dos días no ayuda, pero debes entender que es algo que necesitaba hacer, además, no te ha faltado nada, tienes comida y agua en el dispensador en buen nivel, 

Pero tienes razón, te mereces un buen premio por soportar a tu madre desconsiderada... anda, vamos a dar un paseo, que yo también lo necesito para despejarme, estoy por prender este aparato y no se con que me vaya a topar, aparte de tus reproches.

El paseo con luna al parque fue igualmente liberador para mí, después de lo que acababa de acontecer estos días, decir que no hubo o habrá, algo en mi que se removió, o que no siento nada de saber que de nuevo estaremos separadas, es mentirme y eso no me llevara a nada, apenas han pasado 4 horas de que Vanesa se fue de nuevo de mi vida y yo no dejo de pensar en lo mucho que me gustaría estar aquí, con ella.

Sí, es verdad que el haber hablado así, me hizo sentir una libertad de la culpa que venía cargando, el sentirla de nuevo cerca y darme cuenta que esto que sentimos la una por la otra sigue vivo, me hace sonreír, y aunque no me atreva a repetirlo en voz alta, me deja la tranquilidad que si volvemos a estar juntas alguna vez, será sin reproches y para construir algo en forma.

Tengo claro que ni Vanesa ni yo podríamos mantener una relación ahora, por mi parte, aun me quedan muchas heridas por sanar, y no creo que el ritmo de vida que exige su carrera me pudiera ayudar, ella lleva una vida que a mi me cuesta un tanto asimilar, no quiero vivir haciéndome y haciéndole mala vida o desconfiando a cada paso, no sería sano ni justo para ella y para mi.

Pero bueno, las cosas que deban ser serán, por ahora mi camino está al lado de otra mujer que logra sacarme de esas tinieblas y hacerme sonreír... una mujer, que seguro me ha estado buscando estos días -suspiro- y a la cual tendré que explicar, tarde o temprano, lo qué sucedió.

-Ahora si, luna -suspiro- es hora de prender el aparato este, estás lista? vamos allá.

En el momento en el que el aparato captó un mínimo de señal, comenzó a vibrar como loco de notificaciones y mensajes, Patri 22 llamadas perdidas, y 7 mensajes, Lola 3 llamadas y 4 mensajes... mi madre 2 mensajes.

-Jajaja Ay, Patri... bueno, te toca primero jajaja -vamos allá-

Patri: Mónica?! Mónica! ¿Dónde has estado metida? Dios, estás completa? paso algo? estas bien? Mónica, tía... no me pegues estos sustos.

Mónica: Todo bien, Patri... disculpa por enviarte tarde el mensaje, solo necesitaba desconectar un poco, pero todo está en orden.

Patri: Mónica, estás segura? muy segura? sabes que? no, no estoy convencida, estarás en casa?

Mónica: Bueno, ahora estoy con luna en el parque pero si, no tengo plan de salir de casa, ¿por qué?

Patri: ¡Voy para allá! llevo de comer así que no puedes decir no, en la desesperación me he hecho un banquete, comida casera mi amiga, para hoy y el resto de la semana, así que no te preocupes por preparar nada, que perfecto nos alcanza para ti, Andrés y yo, voy para allá Mónica, te veo en una hora, o poco más .

Mónica: Bueno lunita... una menos, tenemos una cita con la tía Patri, te encanta la idea, cierto? Venga, siéntate a mi lado -la levanto y la siento conmigo- que sigue Lola...

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora