28- Arráncame.

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Vanesa

Ha pasado ya más de una semana sin saber de Mónica, he pasado unos días terribles y llenos de incertidumbre, se que le dije que esperaría, la espero aunque no lo quiera, desde aquella noche en el piano me perdí, mi piel y mi alma se las llevó entre las manos, y solo ella me las puede regresar.

No he querido ver a nadie, Bea ha venido un par de veces a ver si sigo bien, me he saturado de trabajo, he compuesto muchas canciones, dormido tan poco y mal comido por igual, tanto asi, que ahora mismo parezco un mapache

He seguido dando clases y eso me logra distraer por momentos, pero esta alma mía tan traicionera está vagando por no se donde, buscándola, y ella no esta, no se ha comunicado de ninguna forma y es posible que deba comenzar a resignarme que esto simplemente fue un sueño, y quizá solo mío. Con este pensamiento me levante hoy, no puedo seguir así, por lo que haciendo uso de toda mi fuerza me levanto y salgo, ya basta de estar lamentándome por esto, si Mónica ha decidido no volver, será mejor que siga mi camino, es viernes y tengo la visita de Ana y el personaje misterioso, no puedo fallar, esta noche dejo el alma en ese escenario, como lo dije antes, en ello me va la vida y es hora que vea solo por eso, por mi vida.

Estoy hundida en pensamientos, deambulando por mi piso como si eso me fuera a traer alguna respuesta o noticia, y hablando noticias, ahí está, en la sala viéndome mi última locura, como pude siquiera... ay Vanesa, yo de verdad he perdido la razón, aquí, pensando en una mujer que me ha comido la cabeza, y que parece que ya ni siquiera piensa en mi, mira nada más hasta dónde has caído por una mujer... estas pagando dos o tres aventuras.

Mientras me bebo una taza de café, veo esa caja, ahí está, viéndome desde el rincón, burlándose de mí, de mis locuras, ¿y qué más da? si estoy loca, pues que así sea...

Vanesa: ahí estas bien, debes estar orgullosa, mírate, ve nada más como me tienes ¿y tu? ¿Qué haces? ¿Te burlas de mí? anda, contéstame, dime por que no te escucho, yo con la nevera vacía pero comprándote a ti, cacharro hijo de p...! -Estoy a punto de patearlo cuando suena el timbre de la puerta-

Bea: Vanesa, pero que...

Vanesa: Bea... eres tu.

Bea: Y a quien más esperabas? ah, no sé para qué pregunto eso... Vanesa mírate, no puedes seguir así, tienes una semana sin salir prácticamente, esperando noticias y nada, vamos, dúchate y salgamos de este lugar, te invito a comer, que seguro no tienes nada de alimento en la barriga que no sea esa grosera cantidad de café que tienes días bebiendo, y no es opcional, en esta ocasión, es una orden, voy a sacarte de aquí, ¿me entiendes? -Volteo a un paquete frente a su sofá- bueno, ¿y eso Vanesa? ¿Qué has hecho?

Vanesa: Ya ves, volverme loca por una mujer, ¿es que acaso no es obvio? Mírala, ven siéntate en el sofá conmigo y obsérvala como lo hago yo... ¡ven te digo! -la jalo al sofá- mira como me observa, y se ríe, ¿la escuchas? tiene una risa contagiosa Bea, la mas bonita del mundo -sin darme cuenta cae una lagrima por mi mejilla-

Bea: Vane... ven aquí, déjame abrazarte, recuéstate un poco en mis piernas, ¿por que lo has hecho? no entiendo Vanesa, tu siempre estuviste en contra de eso, estoy confundida... vamos, anímate y dúchate, son ya las 3 pm, recuerda que tienes una visita hoy y tiene que ser espectacular, vamos a comer algo y regresamos para que te arregles como nunca, vamos cariño, anímate -le digo acariciando su cabello-.

Vanesa: ¿Vendrás conmigo?

Bea: Hoy no me es posible, tengo que entregar unos proyectos urgentes para mañana, estaré trabajando hasta tarde, además recuerda que no es un día cualquiera, te ira a visitar esa chica de EMI y tienes que salir con todo, seguramente después de tu presentación tendrán que hablar de algo, te propongo que cuando veas que te vas a desocupar me llames, en 15 minutos estoy contigo y me cuentas cómo ha ido todo, ¿bien? 

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora