Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?

174- Necesito un momento a solas

Mónica.

Habíamos pasado el día en el hospital, y por supuesto que luego de hablar con mi madre, Vanesa se quedó más tranquila, y mientras le realizaban los exámenes de rutina, yo me fui para la casa para ver cómo se encontraba Luna.

Al llegar, mi padre estaba con ella, y lo que veía no lo podía creer, estaba caminando y jugando un poco, aunque se cansaba, y no podía caminar mucho, se veía de mejor ánimo, así que sin dudarlo me senté en el piso sin importarme más.

Por un momento, juraría que volví a ser una niña mientras jugaba con mi luna, tanto, que me olvidé de todo y no fue hasta que recibí una llamada de Dey que me regresó a la realidad.

Dey: Hola, nena... ¿Cómo están, cómo le fue a la atolondrada con tus padres?

Mónica: ¡Dey! Bueno... digamos que ahora estamos bien, o estaremos, mejor dicho, pero imagínate como nos fue que Vanesa terminó en el hospital y la voy a recoger en un momento más...

Dey: ¡¿Jesús la echó a golpes?! ¡Bien por él! Jajaja al final que bueno que fue a ella y no a mí, y vaya que tantas veces me lo advirtió, jajaja ¿y hay huesos rotos? ¿Alguna magulladura en especial?

Mónica: ¡Jajaja Dey, claro que no!... mi padre sería incapaz, en realidad... -no puedo evitar soltar una risita tímida- es un poco más curioso que eso, bueno, gracioso ahora, porque en su momento buen susto sí que me saco jajaja tuvo un ataque de pánico, ¿lo puedes creer? La mujer es capaz de pararse en un escenario con 15,000 almas, pero hablar con mis padres le provoca ansiedad, quién lo iba a pensar...

Dey: jajaja ay, discúlpame por reírme, lo siento nena... sé que no es gracioso lo que le paso, pero la situación... jajaja tan valiente que se ve, jajaja en el fondo es una blandita

Mónica: Anda, ríete, que al final, en eso, es Igualita que tu... pero bueno, como te fue, ¿fuiste con tu madre?

Dey: Ay, Moni, eso... disculpa que te llamé, pensé en irme a Madrid, pero Bea sigue enferma y está un poco agobiada, discutimos un poco, así que no quería llegar con más problemas o en este estado y solo pensé en ti, lo siento...

Si, hable con mi madre, pero no sé si puedo hablar de eso ahora, no se explicarte como me siento y... solo quiero dejar de pensar, las cosas no fueron de lo mejor, ella no cambio, y...

Mónica: Cariño... tranquila, mira, ahora tengo que ir por Vanesa al hospital, si quieres, nos vemos más tarde, Luna está un poco animada, pero continúa débil y no creo que salgamos de casa, si quieres venir... ¿Dónde te quedarás?

Dey: No lo sé, está el piso que era de papá, pero no se... un hotel quizá.

Mónica: Nada de eso, tú te quedas aquí, está la habitación de visitas, o la mía, la que quieras, sé que a mis padres no les importara, podemos cenar todos y así no estás sola, anda...

Dey: Bueno, pero entonces, déjame que yo paso por Vanesa al hospital y vamos por la cena, al menos déjame invitarles, por favor... y gracias, Mónica.

Mónica: No tienes que agradecerme, lamento que haya más gente y no podamos hablar en privado, pero te prometo que llegando a Madrid nos tomaremos un tiempo juntas, para hablar ¿te gustaría?

Dey: Me encantaría, pero no es problema eso, pues vamos... María sabe la situación y Jesús, un poco también, pues nos conocemos desde hace tanto y yo, solo...

Mónica: Entiendo, Vanesa...

Dey: Ni siquiera es ella, es que me siento extraña, no quisiera incomodarla con mis cosas y menos si viene saliendo del hospital.

Mónica: Por ella no te preocupes, te aseguro que como amiga es mucho mejor que como cantante, y eso es mucho decir...

Dey: Bueno, pues... tienes razón, además si tendré que aceptarla como parte del paquete que viene con mi chica, tarde o temprano, me escuchara hablar de cosas... entonces, quédate en casa de tus padres y con Luna, que yo voy por ella y pasamos por la cena... te quiero, nena, nos vemos más tarde, ¡te dejo un beso... ¡en la frente! ¡Jajaja ...en la frente! Jajaja... -le digo sonriendo antes de colgar-