75- San Sebastián

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Mónica: ¿Qué hora es? -me giro buscando a lola en mi cama, pero no está, me siento en la cama aun adormilada y la llamo, no contesta, enciendo la luz de la mesa de noche, y salgo de la cama para buscarla, no esta por ningún lado, pero me ha dejado una nota.

"Buenos días, cariño, he salido temprano para ver mis pendientes en la Galería y no quise despertarte, te dejo café hecho, lamento no dejarte el desayuno, sabes que soy un desastre y tu cocina agradece que no entre ahí, jajaja pero en compensación, he bajado a traerte croissants de chocolate, nos vemos mas tarde, comes conmigo? después de ahí, nos vamos donde Jimena, me dices si puedes acercarte a la galería, besos. Lola"

Bueno, se fue... ahora a comer este rico croissant de chocolate... mmm lo meto un minuto en el horno, y... que delicia... calientito y con el chocolate derretido, oy, oy, oy... así sabe mucho mejor.

 Bueno, pues es temprano aun-me dije mientras devoraba este delicioso croissant- saldré a pasear con luna, y regreso para arreglarme y pasar por Lola, ahora le envío un mensaje de que estoy con ella a las 2 pm.

Ayer que llegó lola, lo pasamos realmente bien, realmente me hace muy feliz estar con ella, es una mujer maravillosa, y divertida, con ella estoy tranquila y en paz, se que le he dicho a Patri que he formalizado mi relación, pero eso no es del todo cierto, Lola me lo ha pedido, pero le he dicho que necesito tiempo, la realidad es que estoy saliendo con ella en exclusivo, y cada día estoy mas cómoda a su lado, pero hay algo que no me deja terminar de dar el paso, algo... o alguien.

El tema de la terapia me ha ayudado mucho, si bien apenas llevo un par de sesiones, me siento mucho más tranquila y con ganas de dejar el pasado atrás y seguir adelante.

Salimos a pasear por el parque, en compañía de otro croissant y Luna, que me mira en silencio, y por más que disimulo no quita su mirada de mi.

¿Qué pasa? es que acaso quieres de mi croissant? o tienes algo que decirme? no creas que no se que aun estas molesta por lo de pongo, pero no fue mi culpa luna, ven aquí -la levanto y la abrazo- tienes que entender que ni tu ni yo, parecemos estar destinadas a estar cerca de un Martín, no podía dejarte ahí, entiéndelo y no me reproches... -luna me mira y me ladra- 

Si, lo se... pero ella es feliz, está con esa mujer... y con otra u otra jajaja -llegamos a casa y yo sigo mi charla- ella siguió su camino, entiéndelo -luna salta de mis brazos y tumba la caja de cartón de la mesilla de centro- ¿ah? Luna, te confieso que no entiendo cómo es que lo haces, realmente soy tan evidente o como supiste que es de ella? -me siento en el sofá y tomo la caja- 

Fue un lindo detalle, ¿cierto? me encanto... ay, luna... yo la busque, lo intente aquella noche en Sevilla, si hubieras estado ahí, y la hubieras visto con esa chica... pero eso yo lo podría entender, lo que no puedo negarme, es lo que siente por Malú, las otras pueden ser aventuras, pero ella no lo es... luna, yo tenía que seguir adelante, entiéndeme... 

Además tú también adoras a Lola, no me reproches... Lola! luna, que se me ha hecho tardísimo, tengo que arreglarme, lo ves? por tu culpa llegaré tarde una vez más.

Rápidamente me ducho, me cambio y salgo rumbo a la galería para llegar por Lola, le marco en el camino y por la hora me cambia el lugar, finalmente nos vemos en el restaurante, la comida de lo más tranquila, conversamos de los detalles de su exposición, yo estoy fascinada de escucharla como se emociona hablando y explicando todo lo que se refiere a su trabajo, con Lola, he aprendido tanto de cámaras y lentes, que si bien no puedo considerarme una profesional de la fotografía, ahora, me defiendo bastante bien en el tema.

-Sabes Lola? gracias a ti, ahora soy casi una profesional, solo te digo que tengas cuidado conmigo, que un día cualquiera me quedo con tu trabajo jajaja.

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora