167- Esto fue solo el comienzo...

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Vanesa

Al cerrar la puerta detrás de nosotros, caminé lentamente sin soltar a Mónica de la mano, realmente estaba disfrutando el ver su cara curiosa observando cada rincón de la estancia y sonreír, mientras yo, por dentro, tenía que contener la emoción de, por fin, tenerla en mi casa.

Me detuve unos pasos después de la puerta, junto a la escalera para subir a la segunda planta, me coloqué en su espalda mientras la abrazaba con ambos brazos, dejándole un ligero beso en el cuello mientras, colocaba mi barbilla en su hombro.

-Me hace muy feliz tenerte aquí por fin finalmente, -suspire- todo y cualquier cosa que ahora tenga, es parte del esfuerzo de mucho trabajo, de años de vivir mi pasión por la música... -suspiro- y aunque no me arrepiento de absolutamente nada, lo que pasamos para que yo pudiera lograr esto, fue un costo muy alto que nos afectó a ambas, es por eso que yo soñaba con poder compartirlo contigo...

Mónica: Me encanta... es muy linda tu casa -le digo sin parar de sonreír- y estoy muy orgullosa de ti... mucho... es increíble, de verdad... -me aprieto más en su abrazo antes de girarme para verla directo a los ojos- gracias, Vanesa.... -acaricio su mejilla- gracias por cumplir tu promesa.

Vanesa: Te quiero, Mónica...

Mónica: Y yo... -me separo de su abrazo- ¿vamos a conocer más? anda, muéstrame.

Vanesa: Sí... te voy a mostrar más, pero... -sonrío y camino rumbo a las escaleras, sin soltar su mano- tendrás que esperar un poco, acompáñame... -camino rumbo a la habitación de huéspedes, deteniéndome frente a la puerta- hasta aquí... -sonrío-

Bueno, ahí dentro vas a encontrar algo de ropa sobre la cama, y todo lo que necesites, toma una ducha, arréglate y paso a buscarte en una hora o envíame un mensaje cuando estés lista. -le dejo un beso- esta noche, srita. Carrillo, usted tiene una cita conmigo...

Mónica: Ah, ¿sí?... -me acerco tomándola por la cintura- no sabía que me lo habías pedido... -sonrío- pero, me encanta la idea... -le dejo un beso- bueno, entonces, voy a prepararme... te espero en una hora, no enviaré mensaje... -cruzo la puerta y me retiro tirándole un beso al aire, antes de cerrar la puerta-.

Después de que Mónica cerró la puerta, me retire directamente a mi habitación, había pedido ayuda a Ana para preparar algo especial esta noche, después de haber estado limpiando la casa, recorrí muchos sitios, y sin quererlo, me tope con muchos recuerdos que traje aquí desde hace mucho tiempo, y que, en el fondo, guarde por años, junto con la ilusión de que un día podríamos volver.

Pero esa esperanza, yo la había perdido, cuando supe que era feliz con Lola, ya había borrado toda ilusión, pero el destino y sus giros, hicieron que una desgracia como una muerte tan dolorosa, nos volviera a reencontrar...

Lola... -tomo mi teléfono y hago una llamada-

Bea: ¿Vanesa?

Vanesa: Hola, Beita... ¿Cómo estás, y la pesada de tu novia?

Bea: Pues, estamos bien... pero, que sorpresa... ¿pasa algo?

Vanesa: No... no, tranquila, no pasa nada, es solo que... Bea hay algo en lo que necesito que me ayudes, por favor...

Bea: Claro, si puedo, cuenta con eso, te escucho...

Luego de colgar la llamada con Bea, me apresure en vestirme de acuerdo al plan, desde la terraza de mi habitación verifique que las cosas estuvieran de como se lo pedí a Ana, sonreí al ver que mi amiga realmente se había esforzado para ayudarme con esto.

Había pasado ya una hora, baje a la cocina y prepare los últimos detalles, eche un último vistazo al espejo antes de ir rumbo a mi cita de esta noche.

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora