Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?

140- Secretos al caer las hojas...

Mónica

Al terminar el último informativo, me voy directo a casa, ha sido un día muy pesado entre tanta cosa, así que ponerme mi pijama y relajarme un poco es lo único que me apetece en este preciso momento.

Luego de una ducha y servirme una copa, pongo un poco de música y camino por el espacio que me rodea, mi casa... sonrío al recordar cómo es que todo esto surgió, este sueño que Dey convirtió en realidad.

-Sí... el tema de la renovación, sin duda es una gran idea -pienso-

En la sala hay algunas cajas con cosas de Lola, mientras ella y Bea estuvieron revisando los trabajos que harían, le he pedido colocarlas aquí, son apenas un par, pero lo que contienen en su interior es una historia de amor.

Acerco una silla y comienzo a revisar lo que hay, es verdad que, aunque Lola tenía su casa, la mayoría del tiempo vivíamos juntas aquí, así que no es raro que ahora, yo tenga que pasar por este proceso de pérdida.

Decidir que se queda y que se va... que complicado momento esté, siempre creí que es una especie de prueba, que tanto llegaste a conocer a ese otro ser que te acompaño, como para tener en tus manos el poder de decidir, qué es importante o no conservar, desprenderte de los últimos vínculos físicos que nos unen, pero que, es necesario soltar.

En la caja, hay cosas diversas, un par de relojes, camisetas, como era de esperarse fotografías de ambas, libros y lo que más llama mi atención, una libreta.

En el momento recuerdo que aun cargo en mi bolso la que estaba en su mesita de noche, esa donde hacía sus apuntes y he olvidado revisar.

Tomo la que acabo de encontrar y busco en mi bolso la otra también, aun no me decido si será buena idea traspasar la intimidad de Lola, tomó ambas libretas en mis manos y relleno mi copa mientras camino con rumbo a la terraza en mi estudio, un poco de aire fresco me hará bien.

Después de acomodarme en la tumbona, abro el cuaderno que acabo de encontrar entre las cajas, al abrirlo, en la primera hoja lo primero que veo es un itinerario de viaje, algunas recetas de cocina, ideas de composición para alguna imagen, cosas comunes y no más.

Recorro lentamente las hojas de ese cuaderno fascinada de leer sus letras...

-mi lola... su caligrafía siempre me resultó fascinante -sonrío al recordarlo-.

Al continuar leyendo hoja tras hoja de la primera libreta, ya casi al final hay algo escrito que llama totalmente mi atención.

"Hoy por fin Mónica me ha permitido quedarme a dormir en su casa, descansa a mi lado tranquila y no me canso de mirarla, acaricio su cara mientras duerme, y no puedo dejar de preguntárselo, ¿Quién es Vanesa?"

El leer eso hace que los latidos de mi corazón se aceleran en un segundo, ¿Cómo es que lola?...

Con un poco de desesperación avanzó en la lectura de las hojas, más apuntes sin relevancia, alguna receta de postres de chocolate, modelos de cámaras, lentillas... ¡y ahí está! Apenas unas hojas más adelante, otro más...

"A veces no logro descifrar que pasa por sus pensamientos, cuando estamos juntas me da la impresión que hay algo que la frena a seguir ¿será esa tal Vanesa? Se que me quiere y eso me mantiene aquí, yo estoy loca por ella y voy a luchar por ganarme su amor.

Ahí está, la veo a lo lejos, se ve tan bonita frente a su ordenador, enfundada en su pijama, con esa coleta, y completamente hundida en sus pensamientos, eso sí, sin dejar de morder ese bolígrafo cuando se concentra... está tan concentrada que sigue sin percatarse que la estoy mirando, es tan hermosa... y no solo físicamente...