173- ¿Siempre te sales con la tuya?

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Mónica: Mamá... -agarró el hombro de mi madre que me dio la espalda sin decirme palabra- necesito explicarte, por favor...

María: Mónica, mi amor... no quiero comenzar a ser de esas madres sobreprotectoras contigo, no quiero faltarle al respeto a tus decisiones y si has decidido regresar con ella, no hay nada que yo tenga que decir, supongo que tendré que aceptarlo, así que ahorrémonos esto, por favor.

Mónica: Pero Madre, para mi siempre ha sido importante que ustedes estén a mi lado, sabes que si no tengo su apoyo las cosas se me salen de las manos... solo déjame explicarte, déjanos hacerlo... escucha queremos hacer esto bien, de no haber sido así, no estaríamos en este hospital...

Escúchame Mamá -la tomo de los hombros y la giro, solo para ver sus ojos rojos conteniendo el llanto- mamá... mami no llores, ¿Qué pasa? Escucha sé que no es fácil de entender, se que han pasado muchas cosas, pero no son culpa de Vanesa, en el pasado ambas cometimos errores, ambas...

María: Eso yo lo sé, Mónica, incluso sé que fuiste tú quien decidió mucho de lo que paso, la ultima vez que Vanesa estuvo aquí, hablamos y sé que no es mala muchacha, me ayudo con tus cosas de los dibujos y hasta me dijo que nunca te olvido, y te ha echado de menos, eso lo se...

Yo misma, vi su reacción en el funeral de Lolita, se lo importante que es para ti y no soy tonta Mónica, se que ustedes guardan esa conexión que tuvieron desde el día que se conocieron...

Pero esto va más allá, mi niña, llevar esto a la realidad no es algo fácil de asimilar para mí.

Cuando se separaron, Vanesa no solo te rompió el corazón a ti, rompió el de tu padre y tu hermano también, te vimos sufrir, y sufrimos contigo sin decirte una palabra, cuando volviste destrozada de Sevilla al verla con otra, fuimos nosotros quienes juntamos lo pedazos y los abrazamos hasta que uno a uno los fuiste pegando, eso ella no lo vio, así que no me pidas que acepte esto tan fácil...

Aparte de eso... - la veo a los ojos, no sin antes observar la cara de Vanesa que nos ve atenta a través del cristal- ella también rompió el mío, yo confié en ella, me juro que te haría sonreír, que no te haría llorar y yo de verdad le tenía muchísimo cariño, cuando hizo lo contrario, yo también sufrí en silencio por su separación, entonces no, Mónica... no solo tu sufriste, yo confié en esa muchacha, me falló, ¿y ahora vienen y se paran juntas en mi puerta y me piden que confié así nada más?

Mónica: Mamá... no te pido eso, solo la oportunidad de volver a ganarnos esa confianza, estamos enamoradas, por favor déjanos demostrarte que... -volteo a ver a Vanesa que permanece sentada en la cama y sigue sin dejar de vernos desde la habitación-

Mamá, fue Vanesa la que insistió en venir, en que viniéramos juntas a hablar con ustedes, yo quería hacerlo sola, pero ella quería darles la cara, es solo que... -sonrío y volteo a ver a Vanesa de nuevo- estaba tan nerviosa, que ve como terminamos -al ver a los ojos de mi madre, noto como libera una lágrima sin poder contenerla más- Mamá...

María: No, Mónica, tú no entiendes... -salgo de ahí y camino rumbo a la cafetería-

Vanesa

¿Pero qué carajos ha pasado? Todo iba tan bien que no sé en qué momento terminé en una cama de hospital, si bien estaba solo un poco nerviosa, en un segundo sentí que el aire comenzó a faltar y lo que recuerdo después, es una sala de hospital y gente rodeándome.

Cuando me dejaron en la habitación del hospital y vi entrar a Mónica, el alma me volvió al cuerpo, solo sentía su abrazo, su beso y me aferre a ellos emocionada, no fue hasta que escuche la voz de María pidiendo explicaciones, que en un segundo volví a la realidad.

Entrelazadas... ¿Puedes sentirlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora