John, Cynthia, Ringo y George se sorprendieron mucho cuando le vieron entrar. Paul caminó hacia la mesa y se sentó.
-¿No te ibas a casa de Robert con tu nueva “pajarita”? -dijo John. Solían llamar así a los ligues esporádicos.
-Sí, pero al final ha decidido irse a casa.
-¿Por qué, qué le has dicho?- preguntó Ringo evitando la mirada triunfal de George.
-Nada, simplemente ha dicho que se iba –dijo Paul incómodo. Sabía que iba a tener que explicarlo mejor.
-¿Y no te ha dado ninguna razón? –inquirió Cynthia, de repente interesada.
-Ha dicho que ella no era una chica fácil, que yo tengo novia, y eso. No lo entiendo, porque ha reconocido que yo le gustaba.
Cynthia se levantó, colocó una mano sobre el hombro de Paul y le dijo en tono burlón:
-Eso, Paul, se llama “chica decente”. También existen, ¿sabes?
-¿Decente? -dijo John cogiendo un cigarro.- Se ha pasado toda la noche calentándole.
-Calentándole no. Sólo han bailado y han hablado, como hace mucha gente, sin necesidad de acostarse después. Si os calentáis con eso, no es nuestro problema.
-Pero si ella dice que no se acuesta con él porque tiene novia, tampoco debería haber estado hablando y bailando con él tan pegadita -contestó John.
-Bueno, simplemente ha marcado un límite. Yo me conformaría con eso, en tu caso.
John bajó la mirada; no podía decir nada. Era bien sabido por todos que John cometía infidelidades de forma regular, aunque en el fondo amara a Cynthia. Se hizo un silencio tenso.
-Bueno, te invito a una cerveza -dijo por fin John a Paul. Ambos se levantaron y fueron hacia la barra.
Cynthia se sentó y se volvió hacia los otros dos, justo a tiempo de ver cómo Ringo, de mala gana, sacaba unos billetes de su cartera y se los tendía a George.
-¿Sabéis? –dijo este con una sonrisa de oreja a oreja, mientras se guardaba el dinero en el bolsillo –me está empezando a caer bien esta chica.
Aquella noche Paul no la pasó solo. Al rato de haberse ido Sara se encontró con una vieja conocida con la que acabó marchándose a un motel (no le gustaba llevar chicas a su casa para evitar las habladurías de los vecinos y por respeto a Jane). Mientras lo hacía con ella, pensó casi todo el tiempo en Sara. Aquella no sería la primera vez que ocurriría.
Creo que aquella noche me llamé estúpida unas cien veces. Si no hubiera sido por Tom le habría besado, lo sabía. Una maniobra perfecta, el numerito de la canción al oído, la fiestecita privada para disfrutar de mi compañía... Pero no estaba dispuesta a convertirme en la fulana de nadie. Me prometí solemnemente que, si eso era lo que Paul quería, no lo conseguiría nunca. Ni él, ni ningún otro. Recordé a Iñaki y me sentí aún peor. No, jamás lo haría, no caería, ni siquiera con el gran Paul McCartney. Estaba ahí para algo mucho más importante.
Al día siguiente por la tarde volvió a sonar el timbre de la puerta de Sara. Cuando abrió, se encontró con George. Se quedó muy sorprendida.
-Eh, hola –dijo él –había pensado si podrías enseñarme otra vez esa computadora, ver cómo funciona.
Ella le dejó pasar con una sonrisa. Pasaron la tarde estudiando el aparato, le explicó sus componentes y él observaba con atención todas las piezas, las conexiones.
-¿Cómo sabes tanto de esto? –le preguntó, sorprendido.
-No sé tanto, son cosas bastante básicas. Tal vez tengo ventaja porque mi hermano mayor es informático y en mi casa siempre ha habido ordenadores.
Pasaron a hablar del tema del sonido, discutieron diferentes posibilidades. Buscaron en el ordenador de Sara y sacaron varios gráficos e imágenes para trabajar sobre ellas. Apuntaban todo lo que se les iba ocurriendo. Poco a poco una idea, algo extraña y a priori muy difícil, fue tomando forma en sus mentes. Cuando George se marchó, lo hizo con un compromiso. Al día siguiente Sara acudiría al estudio para ser presentada a Brian Epstein y a George Martin.
El plan había sido un éxito. ¡Ya estaba dentro! Recuerdo perfectamente el primer día que pisé los estudios de EMI. Estaba emocionadísima. Iba a formar parte de la historia. Aquel era el principio de una increíble aventura.
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Operación "Línea de Tiempo"
FanfictionFanfic basado en la leyenda de la muerte de Paul McCartney. Sara, una joven española que investiga el caso de forma amateur, es enviada a través del tiempo por un personaje anónimo con una importante misión: conseguir pruebas que desenmascaren al im...