Capítulo 65. El gran día.

47 6 0
                                    

Llegó el 5 de Mayo. Angie había preparado una boda preciosa. Habían decorado una parte de la finca de Liverpool, con un altar y asientos. Luego, para el banquete, tenían preparadas unas mesas al aire libre y un escenario con orquesta.


Aquello, desde luego, de sencillo no tenía nada. Afortunadamente habían conseguido que la boda fuera civil, los casaría el Alcalde de Liverpool, que había aceptado orgulloso ese rol.


Cynthia entró en la habitación. Allí estaban Angie y una emocionadísima Ruth con Sara. Cuando la vio, se quedó con la boca abierta.


-Cielo santo, cariño, estás preciosa.


Sara sonrió. Llevaba un vestido color crema (en aquella época no se hubiera visto bien el blanco inmaculado en sus circunstancias) con escote palabra de honor, lo nunca visto en ese momento. Era ajustado y tenía corte evaseé, hasta los pies. Totalmente liso, sin ningún adorno. Para cubrir sus hombros durante la ceremonia se había comprado una chaquetita muy corta de encaje. Llevaba el pelo recogido en decenas de bucles adornados con flores.


-Lo está, ¿verdad? —dijo Angie.


-Nos vemos abajo, ¿vale? ¡Suerte! —dijo Cyn dándole un beso, y se volvió hacia Ruth —venga, nena, vamos.


Después de unos minutos, Angie bajó las escaleras con Sara. Allí, en el hall, esperaban Jim y un guapísimo Paul, vestido con traje azul oscuro. Se la quedó mirando y sonrió. Cuando llegó a su lado, le dio un beso en la mejilla y soltó un silbido.


Sara le colocó una flor en la solapa.


-¿Y tú? Creo que no hay hombre en la Tierra al que le sienten mejor los trajes.


Paul rió y le tendió el brazo.


Angie y Jim abrieron las puertas y salieron cogidos también del brazo. Paul y Sara los siguieron a cierta distancia. Todos se volvieron a mirarlos. Llegaron hasta el altar, donde esperaban Cyn y George, los dos testigos. Sara miró con tristeza los primeros bancos. Cómo hubiera deseado que John estuviera allí.




-Paul, con este anillo yo te desposo, y prometo serte fiel y acompañarte, en lo bueno y en lo malo, el resto de mi vida, hasta que la muerte nos separe.


-Sara, con este anillo yo te desposo, y prometo serte fiel y acompañarte, en lo bueno y en lo malo, el resto de mi vida, hasta que la muerte nos separe.


-Por el poder que me ha sido conferido, yo os declaro marido y mujer. ¡Puedes besar a tu esposa, Paul!


Paul y una emocionada Sara, a punto de llorar, se besaron entre aplausos.


Después, lo primero que hizo Sara fue fundirse en un inmenso abrazo con Cynthia, que lloraba también emocionada. Después vino George, que antes de abrazarla le dijo:

Operación "Línea de Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora