-¡Me ha amenazado, lo ha hecho, me ha cogido del cuello!
-¿Qué querías decirme? —interrumpió él con expresión cansada.
-Sólo venía a enseñarte una canción.
-¿Una canción? —dijo él sorprendido. -¿Eso es todo?
-Sí —respondió ella. Recogió el maletín del suelo, se sentó en la cama y sacó el ordenador —es una que compusiste, o que habrías compuesto si hubiera pasado lo de... bueno, ya sabes. Es preciosa.
-Pero tú siempre has estado en contra de eso, de enseñarnos esas canciones.
-Ya, pero es muy bonita —contestó ella distraída mientras encendía el ordenador y sacaba el ratón del bolsillo del maletín —ya lo verás.
John se sentó junto a ella y bajó la tapa del portátil.
-No sé si quiero oírla, prefiero componer mis canciones, esto me parece muy raro.
-Pero es preciosa, John, de verdad, déjame enseñártela —protestó ella mientras intentaba subir la tapa otra vez. John se lo impedía haciendo fuerza hacia abajo.
-¿Por qué tanta insistencia?
-Porque -Sara bajó la cabeza —quiero que todo el mundo la conozca, no me parece bien que caiga en el olvido y...
-Sara -dijo él mientras la cogía de la barbilla para obligarla a mirarle a los ojos, algo que ya sabía que ella siempre trataba de evitar a toda costa, -¿por qué quieres que la oiga? Dime la verdad.
Sara se quedó unos segundos callada, mirándole.
-Porque me muero por escucharte cantarla —dijo muy despacio, sorprendiéndose por su respuesta.
John sonrió ligeramente.
-¿Siempre va a hacer falta que te pida que me mires para que me digas la verdad?
Ella no contestó.
-Enséñamela —dijo él soltando la tapa del portátil.
Yoko escuchaba muy atenta la conversación con la oreja pegada a la puerta. Cuando la canción empezó, la estuvo escuchando unos segundos mientras sonaba:
Let me take you down, cause I'm going to...
-Strawberry fields, nothing is real -cantó con una sonrisa maliciosa; luego añadió para sí misma —lo sabía.
Fue silenciosamente hacia el salón, se sentó en el sofá, encendió un cigarrillo y cogió el teléfono.
-Soy Ono —dijo cuando una voz masculina le contestó al otro lado —tengo una información muy interesante. Es sobre ella.
-Te gusta, ¿no? —preguntó Yoko entrando en la habitación después de que Sara hubiera salido de la casa.
John se levantó de la cama y le dio la espalda, incómodo. Sabía que no podía mentirle.
-Sí.
-¿Y por qué no te la tiras? —dijo ella con indiferencia. —Ya sabes que me da igual.
-Es la mujer de Paul —contestó él enfadado.
-¿Le ha puesto un cinturón de castidad? —rió Yoko.
John no respondió, abrió el armario y cogió una camiseta. Se la puso y fue hacia la puerta. Yoko le cogió del brazo.
-A mí no me gusta —dijo en tono amenazante, —acuéstate con ella, desahógate y dale puerta. No me apetece que se esté presentando aquí cada dos por tres.
John le cogió la mano con delicadeza y la soltó de su brazo.
-Ya lo hice —dijo muy despacio —y fue peor.
-¿Qué tal tu luna de miel? —preguntó Cyn guiñando un ojo mientras cogía la sal para aliñar la ensalada.
Sara suspiró con una sonrisa inmensa en el rostro.
-¡Vale, vale! —dijo Cyn riendo, —me lo imagino. ¿Entonces, todo bien con Paul?
-Genial, aunque quiere que tengamos un hijo ya. Me ha pedido que deje de tomar la píldora.
-¡Qué bien!
Sara bajó la cabeza.
-¿Qué pasa? ¿No quieres?
-Debería, ya lo sé, pero por alguna razón me resisto. Él cree que he dejado de tomarla ya, pero sigo haciéndolo.
-Es por el trabajo, ¿verdad? No quieres dejarlo al tener un bebé.
-No, no es por eso. Cuando me quedé embarazada lo asumí sin problemas. Es sólo que no sé, no estoy segura.
-Explícaselo, habla con él. Pero no estés tomando la píldora sin que lo sepa. Puede darse cuenta o seguir con la ilusión de que le des la noticia cualquier día. No está bien.
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Operación "Línea de Tiempo"
FanfictionFanfic basado en la leyenda de la muerte de Paul McCartney. Sara, una joven española que investiga el caso de forma amateur, es enviada a través del tiempo por un personaje anónimo con una importante misión: conseguir pruebas que desenmascaren al im...