Operación "Línea de Tiempo"

Capítulo 60. El estallido de John

Al día siguiente por la mañana, Sara subía corriendo las escaleras de la casa de John y Cynthia. Estaba deseando contarle a su amiga la noticia. Llamó a la puerta, pero nadie abrió. Insistió, era raro que Cyn no estuviera en casa a esa hora. Oyó ruido dentro y golpeó la puerta.

-¡Cyn, soy Sara!

Cynthia abrió. Tenía muy mal aspecto, los ojos hinchados y enrojecidos, con unas ojeras enormes. En su expresión había una tristeza inmensa.

-¿Qué te pasa?

Cynthia bajó la cabeza. Se apartó y la dejó entrar, cerrando rápidamente la puerta.

-¿Qué ocurre? ¡Cuéntamelo!

-Ha sido John...

Pasaron al salón y se sentaron en el sofá. Cynthia lloraba desconsoladamente mientras trataba de hablar.

-Ayer vino muy tarde y muy, muy borracho. Le increpé por ello, le dije que estaba harta, le hablé de esa mujer y de que quería el divorcio. Se puso como loco, empezó a gritar, a insultarme. Yo también le insulté a él, incluso le tiré un jarrón intentado darle, fue terrible. Julian se despertó, pobrecito, y nos vio. Pero menos mal que lo hizo, pues si no llega a aparecer no sé... no sé lo que habría pasado.

-¿Qué coño le dio? -Sara estaba furiosa.

-No lo sé, algo debió de ocurrir, hablaba de que había tenido un día de mierda, de que todo el mundo le jodía y le traicionaba. No sé, no sé...

Sara se quedó pensativa, recordando a John el día anterior en el estudio, su expresión, su actitud.

-¿Y tú? -preguntó de repente Cynthia. -¿A qué has venido?

-No importa -murmuró Sara.

-Dímelo, no me vengas ahora ocultando cosas tú también -el tono de Cynthia era seco y autoritario, pero Sara no le dio importancia, sabía que su amiga se encontraba muy mal en ese momento.

-Ayer Paul me pidió que me casara con él -dijo Sara en un tono neutro, sin mostrar alegría ninguna -en el estudio, delante de todos.

Cynthia se la quedó mirando.

-Me alegro muchísimo por ti, por los dos -dijo con tranquilidad -pero ahora entiendo lo que le pasaba ayer a John.

-¿Qué quieres decir? -preguntó Sara nerviosa.

Cynthia encendió un cigarro. Dio una calada larga y exhaló el humo.

-¿De veras no lo sabes?

Sara no dijo nada.

-John está loco por ti desde hace meses.

Me quedé sin habla. No podía creerlo, Cyn lo sabía, sabía lo que su marido sentía por mí y aún así había seguido siendo mi amiga todo este tiempo, cuidándome en el hospital, viniendo a verme. Jamás me había sentido tan culpable. Deseé salir corriendo de allí.

-No me digas que tú no te habías dado cuenta -dijo Cyn.

-Yo... -intenté hablar, pero pensaba qué decir, cómo podía resultar convincente sin meter la pata. No podía.

-Qué inocente eres, cielo -dijo ella -sólo tienes ojos para Paul y no ves lo que pasa a tu alrededor.

Aquello era horrible, horrible, no podía estar haciéndole esto a Cyn. Había venido aquí para ayudarles, para salvarles, y sin quererlo había acabado forzando lo que al final tenía que pasar entre ellos. Yoko con John, el fin del matrimonio entre Cyn y John, el fin de la amistad entre él y Paul. ¿El final de los Beatles? No, no podía ser, tenía que hacer algo.

Sara se levantó muy despacio. Cynthia la acompañó hasta la puerta.

-Cyn, hoy iré a hablar con John de lo que os ha pasado, le diré que no se comporte así, lo aclararé todo, de verdad.

Cynthia asintió con la cabeza.

-No servirá de nada, pero hazlo si quieres. Ten mucho cuidado, está en un estado terrible, será cruel contigo, hasta un punto que no puedes imaginar.

-La crueldad humana es algo que ya he podido experimentar recientemente. Estoy preparada.

-No para la que puede venir de una persona que es tan importante para ti -contestó Cynthia.