-“Se acabó”-pensó Paul levantándose con decisión. Salió de su habitación y llamó a la puerta de la de Sara.
Ella se sobresaltó. Fue hacia la puerta y se quedó unos instantes inmóvil. Sólo llevaba un camisoncito corto, no sabía si cubrirse con algo. Mientras dudaba, volvieron a sonar dos golpes en la puerta, así que decidió abrir. Allí estaba Paul, descalzo, la camisa desabrochada y una expresión de determinación en su rostro.
Se miraron unos segundos a los ojos. Él se acercó a ella, la sujetó por la cintura y la atrajo bruscamente. Ella trató de resistirse pero, esta vez, Paul la sujetó con fuerza. Para él ya no había marcha atrás. La besó. Sara trató de separarse con más vehemencia, pero sentía los labios de Paul sobre los suyos y el calor de su cuerpo. Hizo ademán de empujarle una vez más, sólo durante un instante, para acabar rindiéndose al deseo. Ya no podía soportarlo más.
Le devolvió el beso y le abrazó también. Paul dejó de sujetarla tan fuerte. Estuvieron así durante mucho rato, sólo besándose, sintiendo los labios del otro, rozando su cara, cada vez más apasionadamente. Paul fue bajando las manos desde la cintura de ella, con cuidado, esperando su reacción. Pero Sara no hizo nada, le dejó hacer e incluso suspiró. Él supo que ya era suya.
Me llevó hasta la cama sin dejar de besarme. Me acariciaba por todas partes, y yo me derretía de deseo. Me desnudó y me hizo tumbarme delicadamente. No moví un dedo mientras él se quitaba también la ropa y se tumbaba sobre mí. Me hizo el amor con una intensidad que yo no conocía. Casi todo el tiempo me dejé hacer, quedándome quieta. Me había rendido, y quería que lo supiera. Ya era suya, le pertenecía. Que hiciera lo que quisiera conmigo. Se dio cuenta y pareció gustarle, porque me sujetó las manos y sonrió.
Me embelesaba con cada milímetro de mi piel que tocaba la suya, con cada movimiento sobre mí, cada vez más rápido… Cuando le miraba a los ojos sentía que moría.
Cuando terminamos nos quedamos abrazados, sin decir nada, y nos dormimos. Al rato, me desperté, y me sentí distinta. Lo miré, y me dí cuenta de que allí, dormido, no era más que un chico. Un chico al que yo quería con toda mi alma. No me pareció una estrella. Sólo era Paul. Le desperté y volvimos a hacer el amor; esta vez fui más natural, estaba menos cohibida, tomé la iniciativa y me puse encima. Fue maravilloso.
Al acabar, cuando estábamos tumbados… Creo que fue entonces cuando le dije que le quería. Él no contestó, pero me abrazó aún más fuerte. Volvimos a quedarnos dormidos. Cuando empezaba a verse la luz del amanecer, él se levantó y fue al baño, oí correr el agua de la ducha. Fui hasta allí y me metí con él en la bañera.
Nos besamos y acariciamos. Entonces, me agaché y… no sé cómo me atreví, incluso con Iñaki me costaba, pero deseaba tanto hacerlo. Se sorprendió mucho, las chicas no solían comportarse así en aquellos tiempos. Después de unos minutos me hizo parar, me levantó, me puso contra la pared de espaldas y me hizo el amor de una forma mucho más brusca, más animal que antes. Me empujaba con fuerza y yo me mordía los labios para no gritar. No me había sentido así nunca.
-¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Con cuántos chicos te has acostado?
-¿Qué? ¡Paul!
Él insistió.
-Vamos, dímelo, no pasa nada, es sólo curiosidad.
-¿Es por lo que he hecho antes?
-Bueno, sí. No es algo habitual…
-En mi tiempo el sexo no es como ahora; es algo más natural, ¿sabes? Se puede ver en la tele, en las películas, incluso en la escuela hay asignaturas de educación sexual.
Paul se rió de buena gana.
-Me tomas el pelo.
-No, no, de verdad que es así, aunque no es por eso. En realidad, sólo he estado con un chico. Era mayor que yo, bastante mayor.
-¿Fue él quien te enseñó?
-Sí, él me enseñó, pero prefiero no contarte más detalles.
Paul la besó.
-Vale. Me conformaré con eso.
-Y ahora tú. ¿Con cuántas chicas…?
-No, ¡no jodas! –la interrumpió él riendo.
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Operación "Línea de Tiempo"
FanfictionFanfic basado en la leyenda de la muerte de Paul McCartney. Sara, una joven española que investiga el caso de forma amateur, es enviada a través del tiempo por un personaje anónimo con una importante misión: conseguir pruebas que desenmascaren al im...