Capítulo 71. Sólo un sueño, ¿o no?

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-Un café solo, por favor –dijo John cuando se acercó la camarera a la mesa. Luego se volvió hacia Sara -¿tú quieres algo?


Ella negó con la cabeza sin dejar de mirar distraídamente por la ventana. Durante unos minutos no dijeron nada. En realidad llevaban casi sin hablar desde que habían salido del parque. Finalmente, él rompió el silencio.


-¿No quieres que me quede contigo hasta que vuelva el mayordomo y te abra la puerta? Falta un buen rato.


-No –dijo ella siguiendo con la mirada a un hombre que paseaba a su perro –si faltamos los dos al estudio George y Ringo se mosquearán. Ve tú y yo llamaré en un rato y me inventaré algo. Diré que me han llamado de la editorial.


John asintió con la cabeza y encendió un cigarro.


-¿Qué le vas a decir a Yoko? –preguntó Sara.


-Nada, no hace falta. Ya sabe que he estado contigo.


-¿Lo sabe? –dijo ella volviéndose a mirarle sorprendida.


-Sí, anteayer estuvimos toda la noche hablando. Me dijo que lo entendía, que sabía que tú me gustas demasiado...


-Pero John, ¿no te parece raro?


La camarera trajo el café. John le dio un sorbo mientras reflexionaba.


-La verdad es que ahora sí. ¿Sabes? Es la primera vez que estoy tanto tiempo alejado de ella desde que la conocí. Llevo veinticuatro horas sin verla y de repente es como si estuviera más lúcido, con la mente más clara.


-Entiendo -respondió ella. -¿Y no te gustaría seguir sintiéndote así?


-No lo sé, porque si pienso demasiado me siento como el culo. Además, como me gustaría seguir sintiéndome es como esta noche.


-Esta noche no ha pasado nada, John. Tú has soñado conmigo y yo contigo, y ahora nos hemos despertado, ¿recuerdas?


-Cierto –dijo él exhalando el humo del cigarro. Luego sonrió de forma traviesa – ¿habías tenido alguna vez un sueño erótico tan intenso?


Sara se sonrojó y sonrió moviendo la cabeza.


-Basta, no te pases...


-¿Y tú? –dijo él poniéndose repentinamente muy serio. -¿Vas a hacer como la otra vez y se lo vas a contar a Paul?


-No tengo por qué contarle lo que sueño -respondió ella desviando la mirada.



Estuve paseando durante un buen rato, haciendo tiempo hasta que Alfred llegara. En un principio me había propuesto no darle vueltas al asunto. Pero era imposible. Tenía demasiada conciencia como para eso.

Operación "Línea de Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora