Sara decidió quedarse un rato más. Esperó pacientemente hasta que encontró la oportunidad de hablar con John, cuando vio que iba al baño. Salió de la oficina y entró detrás de él.
-John...
Este dio un respingo y se volvió.
-¡Joder, qué susto! ¿Qué haces aquí?
-¿Qué le has contado a Yoko?
-¿Qué?
-Sobre mí, ¿qué le has contado? ¿Le has dicho de dónde vengo?
-No.
-Lo sabe.
-¿Cómo que lo sabe? —respondió John contrariado. -¿Ya te estás montando películas?
Sara le contó la breve conversación que habían tenido. John se echó a reír.
-No significa nada, se estaba riendo de ti. ¿Qué esperabas, después de decirle eso?
-John, tú eres muy listo, no me falles, no puede ser que no te des cuenta, no sólo no lo negó, sino que dijo eso de que había hecho un buen trabajo, ¿a qué venía?
-Y yo qué sé -respondió él haciendo una mueca.
-Te avisé, te conté la historia, te dije para qué iba a aparecer en tu vida y lo que haría después, si sigues con ella, estás condenado —decía Sara, con los ojos llenos de lágrimas.
-Vuelvo a repetirte la pregunta que te hice, ¿qué más te da?
-Eres mi... -empezó a decir ella. Pero se calló a mitad de la frase. Sabía que a él no le gustaba.
Se hizo el silencio durante unos segundos.
-¿Qué es eso de que no quieres que ella vaya a la boda? —preguntó John de repente.
-No me parece correcto —respondió ella —y no quiero verla cerca de mí.
-Eso se soluciona fácilmente —dijo John impasible. —No voy y ya está.
-John, no seas cabezota, no nos hagas esto, piensa en Cynthia, para ella tiene que ser duro.
John arqueó las cejas.
-¿Y para mí?
-Por favor...
-No, ya lo he decidido, paso de ir. Yoko ahora es mi novia. O viene conmigo o no hay nada que hacer.
-John, esto es muy difícil para mí.
-La vida es jodida, nena, a veces hay que tomar decisiones chungas —se volvió de espaldas y continuó -¿quieres quedarte para ver cómo meo? Aunque como entre Paul ya verás qué bien, no tengo ganas de que me rompa la nariz otra vez.
-¿Cómo quieres que sea la boda? —preguntó un día Paul mientras paseaban por el parque con Martha.
-Me da igual.
Paul se volvió asombrado.
-¿En serio? Las mujeres le dais mucha importancia a eso.
-Yo sólo quiero casarme contigo. Me da igual como sea. Por mí como si vamos al juzgado, firmamos y nos vamos a casa.
-A mí también me parece bien así. Si quieres algo sencillo, encantado.
-¿Qué? ¿Juzgado? ¿Sencillo? ¡Ni hablar! ¿Estáis locos? —gritó Angie.
Estaban pasando unos días en casa del padre de Paul. Angie y Jim ya sabían la noticia desde hacía días, y en ese momento habían sacado el tema de los preparativos.
-Déjalos, cariño —dijo el padre de Paul suspirando —que lo hagan como quieran. Yo, con que mi hijo se case de una vez, ya tengo suficiente.
-No doy crédito Jim, Paul... ¡Sara, cielo! Una pareja tan maravillosa como vosotros, esto tiene que ser un colofón final precioso. Una boda con vuestros medios, y con los nuestros, sería estupenda.
Sara y Paul se miraron. Angie, en su juventud, había trabajado organizando eventos, tenía un espíritu muy artístico e inquieto, estaba claro que estaba deseando encargarse de preparar algo tan importante. Paul se volvió hacia ella:
-Está bien, Angie, ¿qué tienes en mente?
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Operación "Línea de Tiempo"
FanfictionFanfic basado en la leyenda de la muerte de Paul McCartney. Sara, una joven española que investiga el caso de forma amateur, es enviada a través del tiempo por un personaje anónimo con una importante misión: conseguir pruebas que desenmascaren al im...