Capítulo 66. ¿Salvar a John?

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John se acercó a la mesa y se agachó hacia Mal.

-Lily tiene una cara de aburrida que no se tiene —le dijo sonriendo. -¿Por qué no la sacas a bailar?

Mal se levantó en seguida y le guiñó un ojo a Sara. John se sentó en su sitio.

-¿Qué tal lo estás pasando? —le preguntó ella mientras seguía con la mirada a Mal, que acababa de coger a Lily cariñosamente. 

Él la miró con cara de burla.

-Es la bomba —dijo irónicamente.

Sara suspiró.

-Gracias por venir.

-Me ha costado un problema. De hecho venía a despedirme, quedé en que volvería pronto.

-¿Cuándo una mujer te ha dicho lo que tenías que hacer, Johnny? —dijo ella enfadada.

-Tú en cambio eres muy independiente, ya se te ve —respondió él con un tono aún peor.

-Hoy no quiero discutir -dijo ella con tristeza.

-¿Por qué te sabe tan mal que esté con ella?

-Porque es una zorra mentirosa y mala —dijo Sara sin pensarlo ni por un momento —y encima feísima.

Esta vez, John se rió de buena gana.

-Por qué habré preguntado -y se levantó para irse.

-Oye -dijo ella después de beber un trago de champán —aquella noche me preguntaste si alguna vez lo había hecho con otro como contigo, ¿tú lo haces con ella como lo hiciste conmigo?

Él la miró muy serio.

-Fue el mejor de mi vida, y lo sigue siendo. Pero, ¿por qué me preguntas eso ahora?

-Porque me echas en cara que yo esté con Paul a pesar de lo que tuvimos, y mira lo que estás haciendo tú.

-Sé perfectamente lo que hago.

-¿Por qué estás con ella si lo sabes?

-Porque no puedo estar contigo.

Sara negó con la cabeza.

-Estoy enamorada de Paul...

-Y yo de Yoko...

-¡No digas eso, estás mintiendo! —gritó ella levantándose y encarándose con él.

En ese momento apareció Paul por detrás de ella, poniéndole un brazo sobre el hombro y mirando a John amenazante. Este le hizo un gesto con la cabeza.

-Me voy, mi novia me espera.

-Adiós, John —dijo Paul muy serio.

Sara se sentó, y Paul con ella.

-¿Qué pasaba?

-Discutíamos por Yoko, John no me hace caso, no se deja convencer.

-Es un hombre adulto, déjalo estar.

-No puedo, corre peligro. Sabiendo lo que sé, no puedo quedarme de brazos cruzados.

-Pues sálvale, igual que hiciste conmigo.

Ella se quedó pensativa. Salvarle... ¿Cómo podía ella salvarle?

Horas más tarde, Paul y Sara hacían el amor apasionadamente en su habitación de hotel.

-Dios —le susurró él al oído —cuánto me excita hacerlo ahora que eres mi esposa...

-Y a mí -gimió ella.

-Mírame, Sara...

Ella lo hizo, pero en ese momento una sensación terrible la inundó... Porque después de escuchar esa frase se dio cuenta de que no eran esos los ojos que esperaba ver. Paul ni se dio cuenta, entregado como estaba a la tarea. Sara tuvo que hacer un inmenso esfuerzo para quitarse esa idea de la cabeza.

-"Soy su mujer" —pensaba insistentemente —"lo amo, lo amo, soy su mujer".

-Quiero que dejes de tomar la píldora.

Ella se volvió en la cama, sorprendida.

-¿Por qué?

-Quiero que tengamos un hijo.

-¿Tan pronto?

-Claro, ¿no quieres? Ha pasado ya bastante tiempo desde que pasó aquello, lo deseo mucho.

Ella no contestó.

Operación "Línea de Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora