Capítulo 38. Valorando la situación.

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Volvió otra vez al pasillo y se quedó de pie esperando. Dio un silbido. Nada. Volvió a silbar. John no apareció. Decidió volver al salón donde se celebraba la convención. Allí lo vio hablando con Mal. Se acercó.

-John -este se volvió hacia ella.

-Hola, ¿has visto algo?

-He visto a William, estaba con Neil –dijo ella respirando agitadamente.

John palideció.

-¿Neil? ¿Nuestro Neil? ¡Eso no puede ser! –exclamó Mal, que ya estaba al tanto de todo por John.

-¿Estás segura? –preguntó John.

-No sólo eso, les he grabado y les he hecho una foto.

Mal dejó la copa en la mesa que tenía al lado.

-Avisad a Ringo y George. Yo voy a por Paul. Nos vamos.

-¡No! –gritó Sara, haciendo que Mal se detuviera en seco. –Si nos vamos todos antes de que acabe el evento, ellos sospecharán. No debemos permitir que sepan que estamos al tanto. No hasta que tengamos a William y a los que hay detrás. Creo que Neil sólo es una marioneta.

Mal y John estuvieron de acuerdo. Trataron de mantener la compostura el resto de la tarde, incluso cuando un “inocente” Neil se acercó a John y le gastó una broma sobre su corbata desanudada.

Mal se encargó de acercarse a George y Ringo, y después a Paul, que continuaba secuestrado por Jane, para decirles que debían reunirse en su casa después del evento. No debían decirle nada a Neil.

Horas más tarde, ya en casa de Mal, escuchaban atónitos la historia de  Sara.

-¿Podemos escuchar la grabación? –preguntó George.

Sara miró su móvil apenada.

-No, lo siento. Perdí la batería cuando se me cayó el aparato. Sin ella no funcionará. Tengo que recuperarla, mañana volveré para buscarla tranquilamente.

-¿Y qué hacemos ahora? –dijo Ringo. -¿Paramos las giras? ¿Escondemos a Paul?

-Sí, si te parece podemos enviarlo a las Maldivas –contestó John irónicamente –así no sospecharán nada.

-Además -dijo un apesadumbrado Paul, aquello le había conmocionado mucho –ya has oído lo que ha dicho Sara. Si no soy yo, será otro. Estamos jodidos.

-Entonces, ¿qué? –dijo George exasperado. -¿Nos quedamos sentados sin hacer nada, esperando a que se nos carguen uno por uno?

Sara pensó que el “Beatle tranquilo” era precisamente el que menos tranquilo estaba en ese momento.

Operación "Línea de Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora