Capítulo 47. En Francia.

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Llamaron a la policía desde la habitación. Ringo se encargó de intentar hacerles entender la situación. Costó un rato. Sara se impacientaba. Menos mal que Ringo, con su flema británica y bastante paciencia, logró que aceptaran tomar cartas en el asunto. Decir que se trataba de uno de los Beatles y su manager también ayudó.

Salieron y fueron hacia el coche. John seguía dudando del plan:

-¿Cómo vamos a encontrar la caseta?

-Buscándola –contestó Sara.

-Pero Cherbourg está a más de cuatro horas de aquí –continuó John.

-Pues iremos deprisa –replicó ella abriendo la puerta del conductor.

-¿Vas a conducir tú? –preguntó John abriendo los ojos como platos.

-¿Alguno de vosotros es más temerario que yo al volante? –respondió ella.

-Cojonudo –dijo él alzando los brazos –vamos a morir los cuatro Beatles el mismo día.

-¡Eh! –exclamó ella. –Hoy no va a morir nadie, ¿entendido?

-¡Ringo! ¿Qué coño haces? ¡Ven ya! –gritó George. Ringo todavía no había salido de la casa. Le esperaron en el coche. Cuando entró, nadie se volvió a mirarlo, absortos todos en sus pensamientos.

Sara conducía a toda velocidad por la carretera. En sus ojos había una determinación que jamás habían visto. John, a su lado, miraba en silencio hacia delante sujetándose a la manecilla de la puerta. Echó un vistazo de reojo al cuentakilómetros, iban a ciento noventa y cinco por hora. Cogió una gran bocanada de aire y expiró, tratando de calmarse.

-¿Qué haremos cuando lleguemos allí? -preguntó George al cabo de un rato.

-Ya lo veremos –dijo Sara.

-Pero estarán ahí los tíos que los han secuestrado, ¿no?

-Llevo la pistola.  

-¿Te vas a liar a tiros? Esto es una locura.

-A mí me parece buena idea –dijo Ringo. Se oyó un pequeño chasquido. John se volvió y abrió los ojos como platos.

-Pero, ¿qué cojones…? –gritó, -¿qué haces con eso?

Sara miró por el retrovisor. Ringo llevaba el rifle de William.

-Me ha gustado. He pensado que nos vendría bien. Y si al final no hace falta, lo colgaré en la pared del salón. Mis invitados alucinarán.

-Jodeeer –dijo George, y repitió –esto es una locura.

Operación "Línea de Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora