Operación "Línea de Tiempo"

Capítulo 23. The night before.

Paul salió de su casa a media tarde, con la guitarra colgada en su espalda. Subió en su coche, condujo durante un cuarto de hora y finalmente aparcó frente a la casa de Sara. Llamó a la puerta, nada. Miró desde la acera de enfrente, no vio ninguna luz. Se sentó en el escalón a esperar. Cuando ya llevaba un rato, sacó la guitarra y empezó a tocar. La señora Clark se asomó a la ventana. Era el mismo apuesto joven que había salido ayer por la mañana. Sonrió.

Lo encontré sentado en la puerta de mi casa, cabizbajo, tocando acordes con su guitarra. En ese momento aquella imagen me inspiró mucha ternura.

 

-¿Paul?

 

Levantó la vista y me miró, parecía muy triste. Se levantó, dejó la guitarra a un lado y dio unos pasos hacia mí.

 

-Hola. Me gustaría hablar contigo, si me dejas.

 

Dudé.

-Por favor.

 

Seguí sin decir nada. El tono de Paul se hizo más perentorio.

 

-Por favor…

 

De repente, una voz sonó desde la casa de al lado:

 

-¡Déjale entrar, niña! No le hagas esperar más. ¡Si yo me encontrara un hombre así en mi puerta…!

No me volví hacia la voz, pero dije en voz alta:

 

-Buenas noches, señora Clark.

 

Entramos. Nos sentamos en el sofá y me quedé mirándole sin decir nada. Él titubeó, se alisó los pantalones, carraspeó.

 

-Yo… lo siento muchísimo, no era mi intención que ocurriera esto. Sé cómo te sientes, creo. Piensas que para mí sólo ha sido sexo, pero no es así, tú… eh… me importas.

No era la frase que hubiera deseado oír, pero me pareció un gran paso. Lo vi sinceramente arrepentido. Sin embargo, seguí sin decir nada.

 

-Ayer estaba tan feliz por lo bien que lo había pasado contigo que la cagué. Pero no quiero que esto se acabe así.

 

Yo seguía en silencio. Me volví hacia la guitarra. Él siguió mi mirada.

 

-Ayer escribí una canción, nadie más la ha oído, quería enseñártela a ti antes. ¿Me dejas?

Asentí con la cabeza.

 

Cogió la guitarra y empezó a tocar. Era una canción muy lenta, melódica. La cantaba con mucho sentimiento, la voz algo rota. La  letra decía: