❝Sólo déjame abrazarte un poco más; todo esto es debido a ti, ahora, tiñamos el mundo del color de nuestra euforia❞
En el mundo hay cosas con apariencias lindas y tiernas que en realidad son bastante peligrosas. Del mismo modo, hay cosas aterradoras...
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━¡Ahh...! ¡No puedo creer que hayas tenido que ver eso! ¡Y lo que hiciste fue peor!━ gritó ____________ contra una de sus almohadas, tapando su enrojecido rostro━ ¿¡Qué se supone que le diga después!? ¡Ahh...!
━Mirando el lado bueno, ya lo matamos. Así que no tendremos que preocuparnos más por este adeptus━ opinó Jiaōzi mirando sobre la espalda de Xiao su estado inconsciente.
Minutos antes...
Después de aquella petición bochornosa de parte del atractivo adeptus, Xiao no demoró en volver a besarlo, esta vez, con más seguridad y firmeza sobre él.
Sus manos se infiltraron por la parte inferior de su camisa, no lo suficiente para tocar toda su espalda desnuda, pero sí para sentir la piel de su cintura.
Se acercó bastante a su cuerpo, en un intento de sentir todo de él mientras lo continuaba besando. Esta vez, utilizando su lengua sin pudor.
____________ estaba aturdido, no sabía dónde poner sus manos. Además, ¿esto estaba bien?
¿Qué no esta clase de cosas sólo las hacen las parejas casadas...? Ah, no, pero en esos libros los personajes no siempre estaban casados o eran pareja...
El hacer esto iba en contra de todo lo que su padre le había enseñado.
Pero por supuesto, ____________ no recordaba eso, porque tu padre y sus enseñanzas es en lo último que piensas cuando te estás besando con un chico tan atractivo...
Xiao abrió los ojos en medio del beso, antes de empujar al chico sobre su propia cama y posicionarse sobre él.
Ni siquiera quería hablar en esos momentos, todo se basaba en acciones para demostrarle lo ansioso que estaba por lo que podría llegar a pasar.
Y, en realidad, tampoco es que ____________ pusiera mucha resistencia, porque estaba igual de intrigado con lo que estoy podría ser...
Xiao volvió a besar a ____________, antes de bajar por su cuello y dejar una lamida en él.
El jadeo del chico hizo estremecer a Xiao en distintas zonas. Y sintiéndose ansioso, soltó un sonido bochornoso para ambos.
Cubrió sus labios con su mano, sintiendo su cara arder aún más mientras sus ojos ambar miraban los azules.
¿Él había... gemido?
Xiao miró a otra parte con vergüenza y humillación. ¿Se había excitado de esa manera por un jadeo?
Cerró sus ojos con fuerza, antes de sentir algo húmedo en su cuello.
Alarmado, miró al chico debajo de él, notando que se había apoyado sobre sus codos para poder llegar a su cuello, donde además de una tímida lamida, también había depositado un beso húmedo.
Xiao sintió presión entre sus pantalones, y no entendía por qué. Esto jamás le había sucedido.
¿Esta era la tan, oh, pecadora lujuria de la que los adeptus no se interesaban...?
