❝Sólo déjame abrazarte un poco más; todo esto es debido a ti, ahora, tiñamos el mundo del color de nuestra euforia❞
En el mundo hay cosas con apariencias lindas y tiernas que en realidad son bastante peligrosas. Del mismo modo, hay cosas aterradoras...
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Cambio de narrador (POV's __________)
El ambiente se siente... extraño.
Hoy, al despertarme, Jiaōzi estaba muy irritable y no paraba de rascar su cuerpo con el mueble así que hacía mucho ruido.
Cuando le pregunté si iba a mudar de piel o algo, él me gritó que era tonto y después me fui a desayunar.
Mientras comía, sentí la mirada de alguien sobre mi. Pero al buscar, no había nadie...
Cuando llegué a Liyue, Xingqiu y Chongyun me acorralaron para que pase tiempo con ellos.
Y luego se unió Xiangling ofreciéndome comida.
El chef Mao no dejaba que me fuera del restaurante aunque ya había terminado, y Guoba parecía desanimado cuando les decía que tenía que irme.
Me quedé otro rato más, sin embargo, fui arrastrado por Xingqiu a leer nuevos libros, y después Chongyun me llevó a aconsejarlo con su entrenamiento de espada, aún cuando le dije que yo no era muy bueno, él insistió.
Después, fui a tomar el té con Madam Ping, pero los niños pequeños que siempre me pedían que jugara con ellos llegaron y nos interrumpieron en todo momento.
Yo estaba amargado, y Madam Ping sólo se reía gentilmente.
Por alguna razón, yo le agrado a los niños...
En fin..., después de poder escaparme de esos niños, me encontré con otro.
Sólo que este era mucho más alto, y listo, y fuerte... y lindo.
Childe se ofreció a llevarme a pasear por Liyue. Aunque yo ya lo conocía porque, claro, ya llevaba al menos tres meses aquí.
Pero como se ofreció a llevarme a comer después, no me opuse.
Cuando llegamos a una joyería, Childe saludó a un hombre adulto. Y antes de darme cuenta, ya estaba caminando por la ciudad con dos hombres altos y atractivos hablándome de cosas que yo no entendía.
Zhongli se había puesto a hablar de la historia de las gemas, y Childe comentaba que a su madre le gustaban mucho las joyas caras.
Uhh... la gente de la ciudad es rara.
Y no lo digo por ellos, sino por la chica del sombrero con una funeraria que se encontraba haciéndole cariñitos a dos estatuas de piedra que había frente a un edificio importante.
Zhongli suspiró al verla, y Childe sólo se rió entre dientes al ver el extravagante comportamiento de la chica.
Sin querer, intercambié miradas con Hu Tao, y ella se acercó a mí con una sonrisa.
Algo me dice que Zhongli no estaba feliz con que yo pasara tiempo con su jefa; ¿le molestara que haya decidido pasar tiempo conmigo en vez de él? Después tendré que disculparme, supongo.
