Capítulo VII: Relaciones midgardianas

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Después de terminar de almorzar con Steve, fuimos a dar una vuelta por las áreas verdes de la ciudad en su auto, él dijo que era para relajarnos, que todas esas pruebas debieron estresarme, además tenía que decirme algo, estacionó el auto permitiéndonos tener una buena vista del río Hudson.

- Mañana tengo que ir a una misión, no estaré por muchas horas, ósea no podré verte y acompañarte – era perfecto para acercarme a Tony nuevamente – pero estará Wanda, sé que te agrada.

- ¿No irás solamente tú?

- No, iré con Tony, Nat, Yelena y Sam – ya no podría ser lo de Tony, al menos no tendría a Natasha, fingir ser una chica temerosa es agotador, sobre todo cuando soy todo lo contrario.

- Entonces, te esperaré – le dije – solo no tardes mucho – él solo sonrió y bajó la cabeza – ¿dije algo malo?

- Bueno, una vez alguien me dijo eso y la deje esperando, pero tranquila no te haré esperar.

- Eso espero porque me sentiría perdida sin ti – ¿yo dije eso?

- No tardaré, lo prometo, además puedes hacer nuevos amigos, se quedará Bucky, él es un buen amigo mío.

- Es el de quien siempre hablas – asintió.

- Le diré que te acompañe un momento.

- De acuerdo.

- ¿Ya quieres volver? – me preguntó.

- Aún no – respondí.

- ¿Qué quieres hacer?

- Me gustaría ponerle pausa a la vida – respondí, él estacionó el auto a un lado de la carretera.

- Podemos pretender que le hemos puesto a la vida – me dijo sonriendo – ¿me permites? – asentí, hizo que el espaldar del auto se hiciera para atrás, hizo lo mismo con el suyo y abrió el techo de su auto – no sé qué tiene el cielo de noche que me relaja, ver la Luna y las estrellas, me gusta, todo parece tan grande.

- Infinito – agregué.

- Exacto, uno se siente tan pequeño al ver tanta inmensidad, pero al menos sé que soy parte de algo – solo lo escuchaba – perdón, creo que te estoy aburriendo – dijo volteando para verme, se echó de costado en su asiento, imité su acción.

- Para nada, es entretenido escucharte – le dije para regalarle una sonrisa, hizo lo mismo, él solo me quedó viendo, no me molestaba que me viera, hice lo mismo que él, volví a observarlo detenidamente, admiraba cada detalle de su rostro, su mirada bajo a mis labios, yo no sabía que significaba eso.

- Creo que es hora volver – dijo sentándose correctamente y volviendo su asiento a la normalidad, hice lo mismo que él, volvimos en silencio al Complejo, no entendía que había pasado, quizás Loki me lo podía explicar. Volvimos al Complejo, me acompañó hasta la puerta de mi habitación – te veré mañana en la noche.

- De acuerdo – le respondí – descansa, Steve.

- Te buscaré cuando vuelva – asentí, él me quedó viendo nuevamente y se acercó a abrazarme, otra vez ese sentimiento extraño dentro de mí, me dio un beso en la mejilla, cerré la puerta y me senté sobre la cama, noté que habían dos cambios de ropa al lado con una nota, era de Yelena, decía que uno era para dormir y otro para usar mañana.

- Qué lindo, ya tienes una amiga – dijo Loki apareciendo.

- Siempre tan puntual – le respondí – ¿Qué puedes saber tú sobre tener amigos?

Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora