T2 - Capítulo LI: Tus manos sobre las mías

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Llegamos justo a tiempo para las clases, después de las clases fuimos con Sam y Linda a almorzar, habíamos ido a comer pizza.

- Steve – dijo Linda – ¿ser el Capitán América es tan demandante como para no pasar el tiempo suficiente con tu prometida?

- La verdad – dijo Steve – uno tiene que saber priorizar, yo no solía ir a esas reuniones a las que va el Sr. Walker, lo decidí en el 43, empecé a sentirme como un fiel mono volador de ellos, así que ya no, quise priorizarme – dijo viéndome – y si tuviera una prometida, no me perdería de ultimar cada detalle junto a ella, después de todo la boda es de los dos.

- Ya oíste, ___, John puede darse su tiempo – me dijo Linda.

- Ok, ya entendí, Linda – le dije – ahora solo quiero comer mi pizza, tranquila – le dije cuando llegó nuestra orden.

Después de ello, mientras comíamos escuchábamos las historias divertidas de Sam junto a Steve, realmente podría acostumbrarme a esto, Sam se llevaría a Linda a su casa y Steve a mí.

- ¿Ya tienes que ir a casa? – me preguntó Steve.

- No ¿qué tienes en mente? – le pregunté.

- Dar un paseo – me respondió, asentí, hasta que llegamos a un punto en el que habíamos dejado la ciudad atrás, me invitó a salir del auto y nos apoyamos en el capó.

- ¿Qué tienes planeado, Steve? – le pregunté.

- Me gustaría saber porque ya no conduces – dijo de frente.

- No te cansarás hasta saberlo ¿verdad? – asintió con la cabeza – de acuerdo, ahí vamos – suspiré, sentía que Steve era una de esas en las que puedes confiar – cuando estaba en la Marina, mi compañera y yo fuimos a estudiar el perímetro sin permiso de nuestros superiores, teníamos información importante, por lo que nos apresuramos en volver a nuestra base; sin embargo, ellos se dieron cuenta, traté de conducir lo más rápido posible, el reporte dice que le dieron a la llanta por eso nos desviamos del camino, pero yo siento que fue mi culpa porque yo era quien iba al volante – dije recordando aquel momento mientras las lágrimas recorrían mis mejillas – quizás si yo hubiera conducido más rápido o hubiera tenido más cuidado, Anna aún estaría aquí.

- Te entiendo, en el 44 me pasó algo similar con Bucky, me tomó tiempo entender que fue un accidente, además, tener a Bucky devuelta ayudó mucho.

- Yo no creo tener a Anna de vuelta con algún brazo de hierro – dije, él rio y secó las lágrimas que estaban sobre mis mejillas.

- Es vibranio, no hierro – me dijo sobando delicadamente su pulgar sobre mi pómulo – entonces no conduces por eso – asentí – ¿lo has intentado después de ello?

- Sí y salió mal – dije – tuve un accidente, el día que llegaron esas naves del espacio, toda la gente se apresuró en salir de la ciudad y yo no pude con toda esa presión, empecé a sentir que era perseguida y me desvié del camino, los doctores dijeron que sobreviví de milagro, intenté volver a conducir con la ayuda de John, no pude simplemente – él solo me miraba cómo si intentara escoger las palabras correctas, caminó hacia la puerta del piloto de su auto para abrirla.

- Ven – me dijo con la puerta abierta de su auto mientras retrocedía ligeramente el asiento hacia atrás, lo vi confundida – yo te ayudaré a conducir nuevamente.

- No creo que sea buena idea, Steve – le dije.

- Claro que sí, además prometo no sobrepasarme contigo – me dijo.

Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora