T2 - Capítulo LXXV: La misma historia

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************T/N CLARKE************

-        Y listo – dije tomándole una foto improvisada a Loki, él sonrió – ya tenemos todo para tu perfil de citas en línea – dije tecleando en mi teléfono – Sexy Dios Midgardiano busca a príncipe o princesa para conocerse a fondo. Adicto al té y a las buenas conversaciones, midgardiano malo en reforma ¿Qué te parece?

-        Espera ¿crees que soy sexy? – reí.

-        Solo es para atraer las visitas, no te emociones – le contesté.

-        Tranquila, no necesito que lo digas, sé que lo piensas – se acercó un poco a mí.

-        ¿Vas a decirme que ahora lees mentes?

- Quizás solo la tuya – contestó sonriente.

-        Ve a trabajar, no te pago por coquetear conmigo, solo subí para distraerme un momento, volveré a encerrarme – él tomó mi mano.

-        Espera, estar encerrada tanto tiempo no te hace bien, solo sales por Steve, y si sigues encerrada más tiempo durante el día, empezaré a creer que eres un vampiro – reí – ¿por qué no llevamos a la criatura lame caras al parque? El mundo no se acabará si lo privamos del arte por un par de minutos.

-        Está bien – le extendí mis llaves – ¿Puedes traer su correa, por favor?  Está detrás de mi puerta, debo arreglar un par de cosas abajo – las tomó.

-        De acuerdo – respondió, él subió junto a Dodger y yo bajé al estudio para cerrar los frascos de pintura, me quité el mandil lleno de pintura, oí el crujido de las escaleras.

-        No tenías que bajar – dije suponiendo que era Loki, pero no – John – dije como pude, él se acercó a mí.

-        Hola, cariño, ya volví – quise correr, pero me arrinconó contra la pared, tomó mi quijada entre sus manos – Shhh, no hagas ruido.

-        Por favor, no me lastimes – besó mi mejilla.

-        Claro que no – rodeó mi cuerpo con sus brazos, temblaba – solo quería verte de cerca, extrañaba tu olor a rosas – dijo aspirando mi cabello.

-        Ahórrate tus palabras, sabemos muy bien tú no sientes nada por mí, así que vete, Steve vendrá en cualquier momento.

-        Sé que no está aquí – me dijo – solo me iré si tú me lo pides.

-        Vete – dije temblorosa.

-        No, así no, dilo fuerte.

-        ¡Vete! – grité, sonrió.

-        Pero dilo en serio con determinación ¿Dónde está la ____ de la Marina que me tenía loco? Eras decidida y fuerte, la quiero de vuelta, así que debo hacer que salga – me dijo para lanzarme contra los caballetes – vamos, linda, no tengo todo el día.

-        Dime ¿Qué es lo que te hice para que me odies? – mientras observaba con qué podía defenderme, los punzones estaban a centímetros de mí.

-        Me engañaste con Steve, tal vez.

-        ¿Y tú? – alcé la mirada para que se concentrara en mis ojos y no, mis manos – ¿Siempre fuiste un hombre fiel? – tomé dos y los escondí, mi instinto me decía que me defendiera, por más que tuviera miedo.

-        Pero se supone que tú eras diferente, yo era el malo y tú, la buena, la pareja perfecta.

-        Ser buena no significa ser una ciega, John, y yo ya veo quién eres en verdad – me tomó del suéter para alzarme.

Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora