Él y yo éramos tan distintos, como la luz y la oscuridad, como el calor y el frío, pero sobre todo como el bien y el mal. Vine con un propósito, entré a su vida con un objetivo, pero la calidez de su corazón abrigó el mío, su amor hacía que quisiera...
- Te la robamos – dijo Yelena entrando, Steve y yo nos separamos – ay, perdón, pero hoy es noche de chicas – dijo tomando mi mano – te la devuelvo más tarde – Steve solo sonrió, Yelena me llevó a su habitación donde estaba Wanda y Nat junto a una pila de vestidos – somos Vengadoras, pero también somos chicas – dijo sonriente.
- ¿Se la robaste a Steve? – le preguntó Wanda sonriendo.
- Sí porque ya se está haciendo tarde y necesitamos alistarnos – le contestó.
- Escoge uno – me dijo Nat, alcé cualquier vestido al azar, estos vestidos eran diferentes a los otros que había usado, tenían más brillo, eran más pequeños, Nat entendió que no tenía ni idea – estos vestidos son para matar.
- ¿Iremos a matar a alguien? – pregunté, ellas rieron.
- No, me refiero a que son para conquistar – ¿acaso íbamos a ir a conquistar algún planeta como hacía con mi padre? – para enamorar, para llamar la atención – ahora sí entendí, ella revisó entre los vestidos – yo creo que esté te quedará bien – lo tomé – ve a ducharte y nos muestras cómo te queda – hice lo que me pidió, salí del baño con el vestido puesto, me sentía disfrazada, este vestido rosado ya es demasiado, pero lo que sea para que confíen en mí.
- Te queda hermoso – dijo Wanda feliz, me extendió un par de zapatos rosados, los tomé, qué clase de objeto de tortura eran esos – puedes caminar sujetada de nosotros, no es difícil – dijo caminando ágilmente por la habitación, todas llevaban un par de esos, me los coloqué y al principio fue un poco difícil de caminar en ellos, pero adaptándome poco a poco, Yelena me ayudo a maquillarme, uso tonos rosados, como si no necesitara más rosado en mí, para finalmente usar un par de aretes dorados grandes.
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- ¿Quieres que te hagamos un moño alto o solo lo dejamos en ondas naturales? – preguntó Yelena.
- Suelto está bien – respondí.
- Creo que, si tu cabello está levantado, se apreciara mejor el look – dijo Nat.
- Lo prefiero suelto, por favor, además tendré suficiente tratando de no caerme con estos zapatos – soné lo más convincente posible.
- En eso tienes razón – me dijo, la habitación estaba inundada de perfume, lo que provocó que me la pasara estornudando, no estaba acostumbrada a estos aromas, Wanda insistió en tomarnos una foto antes de salir, puse la mejor sonrisa que pude, salimos de la habitación de Yelena, los demás estaban afuera.
- Vaya – dijo Tony viéndome, esto era incómodo, no me gustaba ser observada.
- Cierra la boca antes de que venga Pepper – le advirtió Bruce, lo hizo.
