T2 - Capítulo LX: No de él

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-        Hola, querida – me saludó John entrando a mi apartamento – vine a dormir con mi hermosa prometida – empezó a caminar hacia mí.

-        John, tenemos que hablar – le dije tratando de mantener mi calma.

-        ¿Quieres hablar de nosotros? – él se acercó a mí para aspirar mi olor, yo trataba de no temblar.

-        Sí – respondí, quería apartarlo, pero temía por su reacción.

-        Me encanta la palabra nosotros, pero estoy cansado, ese juicio fue más agotador de lo que imaginas, vamos a dormir – me dijo mientras me daba besos en el cuello, no lo quería sobre mí – o mejor hagamos otra cosa – dijo desanudando mi bata – tu piel es tan suave, podría acariciarla toda mi vida – metió sus manos por debajo de mi camiseta, cerraba los ojos y trataba de pensar en que cómo salir de esta situación – mi prometida es la mujer más exquisita – dijo para querer besarme, moví la cara.

-        Espera Jhon – dije dándome la vuelta – no tengo ánimos, me duele la cabeza, perdón, solo hay que dormir – fingí una sonrisa para él.

-        No, eres mi futura esposa y solo te estoy pidiendo que me ames en todas las formas – me pegó fuertemente hacia él, Dodger empezó a gruñirle.

-        Me estás lastimando, Jhon, controla tu fuerza – me apretó más hacia él – basta, Jhon.

-        Eres mía – me besó a la fuerza, Dodger empezó a ladrar más fuerte – dile al maldito perro que se calle.

-        Solo suéltame – le dije llorando, ya no podía contener mi miedo.

-        No lo haré porque ya sé porque no quieres estar conmigo – me dijo gritándome – por él, por Steve Rogers, por el falso Capitán América.

-        ¿De qué estás hablando, Jhon? – pregunté asustada por Steve.

-        Te vi sonriéndole, mirándolo como si tu mundo girara alrededor de él mientras bailaban en la boda, fui a buscarte y no te atrevas a decir que estoy imaginándolo porque te conozco, sobre todo porque antes me mirabas así, y ahora cuando él estaba a solas contigo, me quedé dentro de mi auto observándolos, si no hubiera sido porque tu galería tenía el letrero de abierto, te apuesto que hubieras estado encima de él como una zorra – dijo tomándome bruscamente de los brazos, solté un quejido de dolor – ¿por qué me hiciste eso? Tú eras lo único que yo tenía y él no, tú eras mi apoyo, y ahora quieres dárselo a él, pero tú eres mía, no de él – me gritó – yo soy el Capitán América, no él – dijo fuertemente contra mi oreja.

-        Me lastimas, Jhon, suéltame – le pedía llorando.

-        No, jamás te dejaré, serás mi esposa, y vas a volver a usar tu anillo – dijo sacándolo de su bolsillo para forcejar conmigo y volver a ponérmelo bruscamente, juro que sentí que poco más y me rompía el dedo.

-        ¿Qué pasa contigo, Jhon? Desde que te inyectaste esa cosa, no eres el mismo – le dije llorando, Dodger seguía ladrándole fuerte.

-        Te dije que callaras a ese maldito perro – dijo irritado.

-        Solo está asustado como yo, me das miedo, Jhon.

-        Pues que pena porque seré tu esposo, no dejaré que te vayas con Rogers, tú no serás de él, sino mía – dijo para tomarme del rostro con una mano mientras sus dedos presionaban mis mejillas fuertemente – si querías hablar para dejarme, te advierto que eso no pasará, nuestros planes de boda siguen en marcha y ahora quiero besar a la novia – me besó nuevamente a la fuerza.

Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora