Capítulo VI: Un almuerzo agradable

396 34 42
                                    

- También te llevo donde Dothy ¿cierto? – me dijo Tony después de unos minutos de que se fue Steve, captó mi atención porque fue lo que pensé – esa es su táctica, lleva a todas ahí, llevó a Sharon y a Nat, él siempre es asediado por las mujeres, todas quieren un poco de Steve Rogers – debo admitir que estaba ligeramente sorprendida, él empezó a reír – una pequeña broma, simplemente es un lugar bueno, yo también voy a veces, me gustan las hamburguesas de ahí, son las mejores del mundo, sobre todo si vienen con queso derretido – sonaba delicioso – el Cap dice que ese lugar existe desde que él era un chico normal de Brooklyn.

- Sí, me contó – dije.

- ¿Te gusta estar aquí? – asentí – ¿por el Cap?

- Sí, es que él es el único amigo que tengo.

- Yo también puedo ser tu amigo – estaba yendo justo por donde quería.

- Eso me gustaría – le sonreí – ¿tú eres el del traje de metal? – asintió.

- Soy Iron Man – respondió orgulloso, hora de inflar su ego para que hable y hable sin parar.

- Ese traje es impresionante, me gustan los colores.

- ¿En serio? – preguntó sonriendo, asentí.

- ¿Tú lo hiciste?

- Esa pregunta me ofende – pensó – hagamos un break, sígueme – me llevó a otra habitación donde habían varios trajes – bienvenida al museo de Iron Man – yo miraba sorprendida porque la verdad, no me esperaba que estuviera tan avanzado – estos sí son de metal – dijo mostrándome algunos – pero el que viste recientemente no, es nanotecnología – seguía asombrada.

- Y cómo funciona ¿te metes ahí dentro?

- No, las nanopartículas rodean el cuerpo de tu humilde servidor – tocó el dispositivo de su pecho, las nanopartículas lo envolvieron hasta formar su traje, sí, era impresionante.

- ¿Y desde dentro cómo se ve? – pregunté.

- Bonito – respondió, solo le sonreí – ¿no me crees? – negué con la cabeza, volvió a tocar el dispositivo de su traje para que las nanopartículas volvieran ahí, buscó entre sus cosas y sacó un caso – normalmente, no dejo que nadie haga esto, pero necesito que me creas – me colocó el casco.

- Vaya, es sorprendente, es como si estuviera dentro de una película.

- Te dije que se ve bonito – asentí, me quitó el casco con delicadeza, sacudí ligeramente mi cabello – déjame, yo te ayudo – acomodó algunos mechones de mi cabello, me quedó viendo – ¿quieres probar el guante? – asentí, me llevó hacia otro lado y me hizo colocar mi mano en una maquina para que fuera envuelta por su tecnología – hora de practicar tiro al blanco – tocó un botón y salió un objetivo ligeramente lejano – trata de darle – no tenía ni idea de cómo funcionaba, así que lance un rayo hacia otro lado, los pequeños robots que tenía apagaron el fuego.

- Perdón – dije.

- No te preocupes, déjame enseñarte – me dijo, tomó mi mano para estirarla nuevamente y colocó su otra mano sutilmente en mi cadera – para serte honesto cuando lo uso, tiene una función que fija mis objetivos automáticamente, así que te diré que solo apuntes hacia lo que más quieres – reí – si trate de sonar inspirador, pero no funciono, cuando quieras disparar solo mueve ligeramente los dedos hacia atrás – asentí – ¿lista? Ahora – le di al blanco, tengo buena puntería, Tony sonrío aún teniendo sus manos sobre mí – le diste – pero su sonrisa se borró – Pepper – dijo ligeramente asustado.

Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora