Él y yo éramos tan distintos, como la luz y la oscuridad, como el calor y el frío, pero sobre todo como el bien y el mal. Vine con un propósito, entré a su vida con un objetivo, pero la calidez de su corazón abrigó el mío, su amor hacía que quisiera...
Después de una larga conversación con Loki, volví a mi habitación para echarme a dormir, no sin antes cambiarme de ropa y quitarme el maquillaje.
- Buenos días – oí la voz de Steve al despertar, me sorprendí ligeramente – perdón no quise asustarte.
- No es eso, solo me sorprendí – le dije sentándome en la cama.
- Te traje una taza de café – me la extendió.
- Gracias – la tomé y bebí un sorbo, otra cosa nueva deliciosa.
- Parece que te gustó – respondió sonriente.
- ¿Cómo lo supiste?
- Porque como te dije, todo es nuevo para ti y esa sensación de descubrimiento y de emoción, lo reflejas en tu mirada, empieza a resaltar un brillo en ellos que me gusta – le sonreí – ¿cómo está esa cabeza? ¿te molesta?
- Solo un poco – respondí.
- Me alegra – terminé con la taza de café – tengo curiosidad sobre algo de ayer, durante el almuerzo, te quedaste pensando en algo y no creo que no haya tenido importancia porque por te desconectaste unos segundos ¿me quieres contar?
- Estaba pensando en mi familia, al estar todos juntos así, sentí como si fueran una.
- Es que lo somos, una extraña, enorme y disfuncional familia – reí – por ejemplo, a veces quiero afeitarle el bigote a Tony como te dije, así como sé que a él le gustaría golpear mi cara, pero no lo hacemos, aunque no lo creas somos amigos y nos preocupamos por el otro – tomó mi mano – y tú ya eres parte de la familia de los Vengadores – le sonreí – pero eso no significa que hayas dejado de tener una ¿los extrañas?
- No lo sé, es que por un momento empecé a recordar mi corta vida como una niña normal, empecé a recordar la comida de mi madre, cuando compartía momentos con mis padres.
- ¿Quieres verlos? – hizo la pregunta correcta.
- No lo sé, no me siento lista es que han pasado muchos años y yo estoy bien con ustedes.
- Si alguna vez quieres verlos, aunque sea de lejos, no dudes en hacérmelo saber, cuando estés lista, te ayudaré a buscarlos.
- Gracias, Steve, siempre eres tan bueno conmigo, de hecho, con todos.
- Trato de esforzarme, además es imposible no ser bueno con la chica más buena que pude haber conocido, eres tan honesta y transparente, no hay nada turbio en ti – lo abracé, él correspondió a mi abrazo, una pequeña parte de mí, no quería lastimarlo, pero la vida no es justa – todo está bien – dijo abrazándome como si quisiera protegerme de cualquier cosa.
- A tu lado, todo lo está – él tomó mi rostro entre sus manos para besarme.
- Me alegra tanto haberte conocido – dijo feliz, le devolví la sonrisa – te dejo para que te alistes, hoy habrá una reunión, conocerás a un par de personas.
- De acuerdo, me cambiaré y gracias por el café – me dio un último beso para salir, me di una ducha rápida para empezar a cambiarme, usé un par de jeans negros rasgados, una camiseta de tiras del mismo color con un par de botines negros, me coloqué una chaqueta azul oscuro, salí y caminé hacia la cocina, estaba Nat bebiendo café.
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