- Te juro que jamás me cansaré de esto – me dijo Steve mientras descansaba en su pecho después de haber estado juntos.
- Yo tampoco, eres tan adictivo, siempre querré más de ti – rio.
- Lo mismo digo, mi pequeña preciosa – dijo acariciando mi mejilla – te amo.
- Lo sé, me gusta oírlo – le dije para besarlo, yo no podía decirle que también lo amaba porque no sabía si era una verdad o una mentira y peor, aún sintiendo toda esta culpa por Mariah – ¿te he dicho muy pronto que te amo?
- No, ya dijimos que nadie puso un tiempo limite para que dos personas se enamoren – dije acariciando detenidamente su rostro – solo que jamás se lo he dicho a nadie y no sé, quiero estar lista para decírtelo.
- Está bien, te entiendo, además no necesito oírlo para saberlo, lo puedo sentir en tus besos, cuando me miras, realmente quiero que esto dure por mucho tiempo, estoy tan enamorado de ti, me da miedo perderte.
- Jamás lo harás, Steve, nos hicimos una promesa ¿lo olvidaste? Siempre buscaremos la forma de estar juntos, así que tranquilo – solo asintió y se acercó para besarme, sus manos empezaron a recorrer, adoraba sentir esa sensación de cómo mi piel se erizaba completamente cuando sentía sus caricias, se puso encima de mí sin dejar de besarme, una de sus manos estaba en mi mejilla mientras la acariciaba delicadamente con su pulgar mientras la otra acariciaba uno de mis senos, me estremecí, luego empezó a recorrer la figura de mi cuerpo hasta llegar a mi muslo y alzarlo para pegarme hacia él al mismo tiempo que entraba en mí, gemí despacio ya que estábamos en el Complejo, empezó a embestirme rítmicamente, mis manos recorrían su formida espalda, sus movimientos de cadera me enloquecían, le mordí ligeramente los labios para evitar soltar un gemido fuerte, pero fue mala idea porque eso le gustó y empezó a entrar más profundamente en mí, trataba de ahogar mis gemidos en sus pesos, pero alguno se escapaba, deslizó su mano por mi cintura, yo me impulsé para hacer que él se sentara sobre la cama y yo sobre él, ahora era yo quien tenía el control, alzaba mis caderas para salir y entrar de él rápidamente, jadeaba sin parar, él había sujetado mi cabello con una mano mientras que con la otra estaba en mis caderas indicándome el ritmo que quería, yo me apoyaba en su pecho para seguir moviendo mis caderas hasta que sentí que alcancé el orgasmo, llevé mis manos a mi boca para que nadie oyera que Steve me había hecho alcanzar el cielo, mi cuerpo temblaba y sentía un cosquilleo dentro de mí, Steve colocó ambas manos en mis caderas para embestirme profundamente hasta que subió sus manos a mi espalda para pegarme a él en señal de que ya estaba por terminar, moví delicadamente mis caderas y él me daba pequeños besos en el pecho mientras sentía como terminaba dentro de mí, limpié las pequeñas gotas de sudor de su frente, él me sonrió y se acercó para besarme.
- ¡____! ¡Cap! – gritó Tony entrando a la habitación sin tocar, se tapó los ojos al vernos así, Steve rápidamente nos cubrió con la sábana.
- Tony, retírate – le dijo.
- Perdón es que Fury nos quiere a todos en la sala de reunión, dice que tiene noticias sobre Mariah, cámbiate rápido y tranquilo no diré nada – dijo retrocediendo mientras tenía ambas manos en los ojos, cerró la puerta.
- Debe ser importante para que nos quiera a todos – me dijo Steve – luego continuamos con lo nuestro – me dio un rápido beso y nos empezamos a cambiar, fuimos a la sala de reuniones, Fury estaba de espaldas, todos estaban menos Loki, la culpa me embargaba.
- ¿Tienes noticias de Hill? – preguntó Nat.
- Sí – Fury volteó, podíamos notar que había estado llorando – está muerta – dijo como pudo, el ambiente se inundó de tristeza, podía ver lágrimas en los ojos de todos, así como en los de Steve, esas lágrimas eran las que me dolían más ver caer, lo abracé – les aseguró que encontraremos a los culpables y lo pagarán, la dejaron tirada a lado de un árbol como si fuera cualquier cosa, usaron su propia arma, no tiene huellas, quien la mató, se encargó de no dejar evidencia – secó sus lágrimas – ahora solo les puedo pedir que me acompañen para enterrarla como se debe, ella murió en servicio, tenía información importante y no hay forma de saberlo, eso es todo, los veo afuera – todos se retiraron en silencio para ir a alistarse para el funeral, me dolía saber que yo había hecho que esas lágrimas cayeran de los ojos de Steve, él se fue en silencio a su habitación, imité su acción y me cambié, usé un vestido negro, una chaqueta del mismo color, así como unas medias de nylon del mismo color y un par de botines negros, también, entré al baño a lavarme la cara como si quisiera limpiar la culpa de mi rostro, tapé mis oídos porque podía sentir el sonido del disparo retumbar en mi cabeza, alcé mi vista al espejo y tuve una alucinación de Mariah.
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Endless Love (Steve Rogers y tú) (Steve Rogers & tú)
FanfictionÉl y yo éramos tan distintos, como la luz y la oscuridad, como el calor y el frío, pero sobre todo como el bien y el mal. Vine con un propósito, entré a su vida con un objetivo, pero la calidez de su corazón abrigó el mío, su amor hacía que quisiera...