Niveles Infernales

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NARRADORA

Ya habían pasado 15 minutos cuando Melody sintió cómo otro golpe la sorprendía por detrás. No volvió a mirar a Héctor, sabía que él estaba peleando con el doble de ángeles que ella y que por eso no podía cubrir sus espaldas en todo momento. Apenas podía seguir respirando, las vestiduras que la cubrían se habían manchado de numerosas dagas que se incrustaban en ella poniéndola en clara desventaja.

-¡Supervisor necesitamos refuerzos!-gritó al embestir contra dos enemigos para después caer lo alto de un edificio.

-¡No puedo contactar a nadie!¡John no responde!.-gritó a lo lejos Héctor.

Melody jadeaba ya del cansancio. Una mirada vacía y angustiada divisaba el destino que tendrían las personas de la iglesia si no ganaban esta batalla. Le dolía el cuerpo, pero le dolería más en el alma si no lograba ponerlos a todos a salvo.

De repente, se le ocurrió una idea.

-¡Eso es!.-sonrió Melody.-¡Supervisor, debe lanzar ataques de larga distancia!

A pesar de estar tan lejos de él, Héctor pudo escuchar lo que Melody le había dicho. Sin embargo dibujó una cara de tristeza en su rostro. Él sabía que no lo había echo aún porque los ataques también podrían afectarle a ella y llevársela muy lejos a la fuerza. Con la fuerte tormenta el enemigo tenía la ventaja, si no hacía nada, igualmente todos saldrían lastimados.

Héctor decidió no poner en duda la palabra de Melody y acto seguido inhaló todo el aire que pudiera contener para luego expulsarlo con todas sus fuerzas. Su inmenso soplido se convirtió en un ciclón bestial que atrajo a todos los ángeles oscuros para dejarlos inconscientes.

Melody no desaprovechó la oportunidad y lanzó una flecha hacía el huracán que, como un rayo, penetró en uno de los ángeles oscuros y explotó, causando que la mayoría se rindiera. La verdad era que todos los ángeles presentes eran inmortales, nadie moría, pero sus fuerzas podían quedar al limite hasta llegar a un punto donde no podrían ni levantarse.

-¡Bien hecho supervisor!-dijo Melody poniéndose al lado de éste.-¡Ahora ya solo quedan dos!

-Sin embargo esos dos son los de nivel 6.-susurró Héctor pensando en un plan.

Tenía razón. Lo ángeles de nivel 6 eran conocidos como los más violentos y destructivos de todos. Eran el enemigo nº 1 de los ángeles protectores y, al contrario que otros ángeles, estos no buscaban las almas, sino que sólo buscaban la destrucción y ruina.

HECTOR

JUAN 10:10

"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia".

-Supervisor...creo que ahora lo entiendo todo..-dijo Melody al escuchar el versículo.

-Así es. Cuando eras un ángel de misiones celestiales tal vez no lo entendías del todo. Pero ahora que eres un ángel protector entiendes los verdaderos propósitos del enemigo. Los niveles que regulan las posiciones de los ángeles oscuros en el infierno se basan en ese principio infernal.

Principalmente está el HURTAR, que no es más que robar y saquear la palabra y semilla que Dios depositó en sus hijos aquí en la tierra; estos equivalen a los ángeles de nivel 1, 2, 3 y 4.

Después está el MATAR, aplastar el espíritu y apagar tanto su llama como la propia vida terrenal de los hijos de Dios; de éstos se encargan lo ángeles de la muerte oscuros que a la vez son ángeles de nivel 5 (por lo general). Huelen la muerte en todo tiempo, y se encargan de dar el golpe final a las personas que fueron manipuladas por los ángeles de niveles inferiores.

Ángel Guardián [CRISTIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora