Ángel Guardián [CRISTIANA]

Hora de la Verdad: El Recuerdo del Olvido

JOSHUA

-Esto es nuevo....iré a comunicárselo a mi supervisor ahora mismo. Joshua, ¿estarás bien si te dejo solo por un momento?

-No te preocupes, yo estaré bien. Solo necesito un momento para digerir todo esto.

-Esta bien, ¿pero de verdad estás seguro de que Deyan es en verdad Darien?

-¡Nunca he estado tan seguro de algo!¡Ella es Darien!

¿Pero cómo?...

Hector asintió y alzó vuelo inmediato hacia su división. Yo me quedé allí, sentado, absorto, perplejo y toda emoción que se pudiera asemejar con lo que estaba sintiendo en ese momento.

Darien fue mi primer amigo después del Creador. La primera persona a la que conocí después de ser creado. Éramos hermanos inseparables, amigos y confidentes a pesar de tener una edad muy corta de vida.

Niños, eso eramos hasta que se desató la guerra...

Una masacre, un infierno viviente. Mi corazón se detuvo al recordar aquel fatídico día.

.........

-¡Darien corre!-exclamé cogiendo se su mano.

-¡Debemos ir hacía el sur Joshua! Es el sitio menos afectado-gritó con fuerza. El sonido de las espadas y explosiones no nos dejaban escuchar con claridad.

Ambos corrimos con fuerzas nunca antes vistas. Un pelotón del enemigo atacante se había predispuesto para atacar a los niños angelicales, éramos los más indefensos y querían asegurarse de que no llegáramos a crecer para convertirnos en una verdadera amenaza contra ellos.

Recuerdo que ese día no dejaba de llorar. No entendíamos el por qué estábamos pasando esto, pero mientras estuviéramos juntos y del lado de Dios, podía venir quienquiera. Como niños angelicales, confiábamos ciegamente en el padre, y eso lo sabía el enemigo.

Por eso vinieron contra nosotros.

Muros cayeron a nuestras espaldas, decenas de potestades se enfrentaban ferozmente en las alturas y un fuego consumador se extendía por las calles arrasando con todo. Dicho fuego poseía la forma de una criatura extraña, pero horrible.

De pronto, Darien observó el cielo, y se dio cuenta que los ángeles guardianes se estaban encargando de llevarse a los ángeles infantes a un lugar seguro.

-¡Por ahí Joshua!-exclamó con una sonrisa en el rostro al ver a uno de nuestros hermanos de bando.

-¡Sí!.

Juntos empezamos a correr en dirección de aquel ángel, pero nuestros pasos fueron detenidos por el mismo Diablo, quien había sido lanzado de los aires y se encontraba tumbado frente a nosotros.