Ángel Guardián [CRISTIANA]

Malas Amistades

CLAUDIA

Me pareció muy extraño que me Joshua dijera algo así tan simple como si del clima se tratara. Su rostro mostraba que lo decía en serio. No era ninguna broma, su seco tono mostró que una parte de su ser tenía gran odio hacia el mal.

-¿Y qué culpa tiene él de todo esto?

-¿No lo sabes, verdad?

-¿Saber, saber qué?

Se quedó en silencio, no me respondió, no le gustaba pensar en ello. Se quedó sentado en su pupitre hasta que sonó el timbre, él no se movió de su sitio. Decidí acabar la conversación después y me fuí a mi sitio.

¿Será que estoy loca por seguir viéndolo?...

......

JOSHUA

No tenía ganas de hablar, mi corazón se estremecía cuando pronunciaba su nombre. A ninguno de los nuestros nos gustaba hablar de él ,es verdad que una vez fue uno de los ángeles más importantes, el segundo más brillante para ser exactos. Hubiera seguido siendo así de no haber sido por su orgullo y en la envidia del poder que guardaba el Creador, eso fue lo que le llevó a su perdición y a convertirse en lo que ahora es.

Nuestro enemigo.....

-!Señor Miller!...

-¿Eh?

-Dígame la respuesta, por favor.

Me quedé petrificado, la profesora Willow no me había visto concentrado en su clase y ahora me había preguntado algo que no sabía. Al otro lado de la clase se encontraba Claudia, que no paraba de hacerme señas con un libro y un mapa.

-¿Podría decirme de nuevo la pregunta, por favor?

-Ah!¿ por lo visto no ha estado poniendo atención en la clase, verdad?

-No era lo que pretendía profesora. Lo lamento mucho.

-Eso vaya a decir al director. !Fuera de aquí! !Al despacho!

Ahora sí que me había metido en un problema, no sabía en como responderle. Uno habría intentado quejarse con desdicha a tal mujer, pero una de las primeras reglas de un ángel era la obediencia, así que agaché la cabeza y me dirigí hacía la planta baja en donde se encuentra el despacho del director. 

Por una parte me sentía aliviado de salir de allí, había muchos espíritus inmundos que merodeaban a mi alrededor, en especial el de la ira que fue protagonizada por mi maestra. Pero por otra parte, sentía que el haber sido expulsado de la clase solo podría generar dificultades en mi misión, no podría ir peor.

El despacho del director no estaba muy lejos, al llegar la secretaria me dijo que debía esperar un poco, ya que el director estaba en una reunión. Esperé pacientemente en una de las sillas metálicas y delgadas presentes, esperando para mi juicio. 

Josué 1:9

" Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas."

Tal vez las cosas no me estén favoreciendo como esperaba. Esta era mi primera misión y además era un novato, pero aún así Dios esta con nosotros en cualquier lugar. Alentándonos a esforzarnos y ser valientes en las pruebas y dificultades. Una promesa que jamás olvidaría sería aquella.

¡Amén!...

Poco tiempo después la reunión acabó y la puerta del despacho se abrió. De ella salió una chica joven, seguramente de mi edad y cuya apariencia combinaba con colores fríos y sombríos. Su pelo liso lograba apenas sobrepasar su hombros, poseía unos ojos tan frívolos como su rostro pálido y mudo. Era de mis primeras veces donde podía interactuar con una persona de dicho semblante; callada, delgada tanto en miradas como en postura y ni una sola pista de acné.