El Ángel de los Ojos Azules

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VLAD

.....

Estoy listo...

-Yo haré el mandado señor Nakut.

Los otros ángeles compañeros míos me volvieron a ver con ojos curiosos, seguido de un mar de carcajadas. Yo no quité mi fría expresión del rostro aunque no entendía el por qué de tanta risa.

-Lo siento, pero no podemos mandar a alguien como tu a una misión tan importante como esta.

-¡¿Por qué no?!¡He seguido los entrenamientos al pie de la letra!

-¿Es que acaso no te has visto al espejo?-dijo Kriptus sonriente.- tus ojos te delatan.

-¿¡Qué tienen mis ojos?!¡Son como los de todos ustedes!

-Son unos ojos malditos, de muy mala suerte. Si te encargaras de la misión lo echarías todo a perder.-dijo Ories.

-Lo siento Vlad, pero no puedes hacerlo tú. Kriptus, tú te encargarás de esto.

-Será un placer señor Nakut.

-Pero yo fui quien ganó el tor..

-¡Vlad no sigas!¡Con ese comportamiento nunca llegarás a ser alguien!

Dí un puñetazo a la pared y salí enojado de aquella sala. Ya era la segunda vez que me rechazaban.No era por mi frialdad y actitud, era el mejor preparado para la misión pero me lo negaron por el simple hecho de tener los ojos...

Azules.

Por qué Vodka me hizo esto...

Pasaron siglos y yo aún no había pasado ni siquiera el nivel uno. Me sentía inútil, débil, un perdedor y un bueno para nada. Mi alma se volvía más solitaria y callada cada día, ya no hablaba con nadie. Era un simple ángel que armaba solo miedo y temor en mitad del mundo.

No era nada...

...

Andaba en mitad de unas calles sin rumbo ni dirección.Solo, atrapado en mi pasado intentando salir de mi propia mente.

Melania...

La había descuidado por completo, no me fijé en ella y en cómo se sentía en ningún momento. Creo que solo la usaba para desquitar todo mi desprecio y crueldad cuando en verdad no se lo merecía. 

Y todo por buscar a esa persona...

Había algo que me conectaba a ella, algo que nos unía y nos hacía semejantes

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Había algo que me conectaba a ella, algo que nos unía y nos hacía semejantes. No conocí a ningún Angelus Griseus desde que fui a parar en el reino de las tinieblas pero pude sentir aquella misma esencia en ella que la que sentí yo cuando mis alas se volvieron grises.

Está atardeciendo...odio los atardeceres...

DEYAN

Algo no va bien...

Ángel Guardián [CRISTIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora