CLIFFORD
¿Cuánto vale una vida?
Llegué ha un punto en mi vida donde ya no encontraba sentido a lo que hacía, al por qué abría mis ojos cada mañana. Solo tenía ganas de dormir, solo quería olvidarme de todo lo malo y esperar a que el siguiente día todo mejorara.
Un hombre de cuarenta y seis años, vagabundo, sucio y sin sueños en la vida. La única alegría que tuve en mi existencia fue la familia que una vez formé, una que me amó y que me hacía sentir querido y cálido. Sin embargo mi adicción a la bebida, la violenta adicción que tomaba cuando no veía las cosas claramente me llevó a destruir sin piedad a mi familia y quedarme solo en el mundo.
Habían pasado seis años desde aquel entonces. Mi vida iba a peor, vivía en la calle y sobrevivía a base de trabajar en negocios ilegales por las noches, no para tener algo que comer sino para conseguir más bebida que me hiciera olvidar todo el dolor y rabia que tenía hacia el mundo.
Hasta que llegó ese día en donde decidí que ya no quería continuar viviendo, y no dudé ante la primera oportunidad para quitarme la vida.
Y sin embargo...sucedió un milagro...
Una niña entró a mi vida como un ángel. Alice, con una linda sonrisa y unos ojos profundos y gentiles me tendió la mano asegurándome de que sí había un mañana, que tenía la oportunidad de hacer las cosas bien y sobre todo me hablo de Dios. Si bien era cierto que lo odiaba por haberme dado esta vida le estaba también agradecido por haberme dado una oportunidad de vivir cuando lo creía todo perdido.
Solo...solo quiero ver a mi familia otra vez...
-¡Listo!¡Los billetes ya estaban comprados!.-exclamé dirigiéndome hacia la pequeña Alice que me había estado esperando sentada todo el rato.
-¡Viva! Ahora solo tenemos que esperar a mi supervisor!-respondió Alice contenta.
-Esperémoslo en la vía de nuestro tren. Está un poco lejos pero si nos apuramos llegaremos a tiempo.
-¡Ok!.-respondió Alice.
-Por cierto, quería preguntarte algo. ¿Dónde están tus padres?¿Acaso Azaku es tu hermano?
-Mi padre está ahora muy lejos señor Clifford. ¡La verdad es que se está ocupando de muchas cosas tan importantes pero siempre preocupa por nosotros!. Lo amo muchísimo y siempre que puedo voy a verlo. Y sí, ¡mi supervisor es mi hermano!¡Quiero aprender lo máximo de él y llegar a convertirme en un ángel de misiones en un futuro no muy lejano!
¿¡Un ángel de misiones!?...
-¿A qué te refieres con ángel?.-pregunté confundido.
-¡Ups! Creo que hablé de más.-dijo Alice tapándose la boca sorprendida.
NARRADORA
-Pequeña Alice...¿quién eres tú?.-preguntó asustado Clifford de verla así.
Alice sabía que no podía mentir. Así que, reuniendo todas sus fuerzas, miró a Clifford y dijo seriamente:
-Yo...yo soy un ángel, señor Clifford.
-¡¿Un ángel?!
-Sí, mi supervisor Luca me dijo que no debía mostrar mi identidad a nadie pero ahora que me lo preguntó no puedo negar quién soy.-explicó Alice con miedo de ver la reacción del señor Clifford.
El señor Clifford se quedó mirándola por un momento. Al principio pensó que le estaba mintiendo o le decía que era gentil respecto a la palabra "ángel", pero jamás había visto a la pequeña Alice con esa mirada tan decidida.
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Ángel Guardián [CRISTIANA]
SpiritualSalmos 91:11.-Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,que te guarden en todos tus caminos. #3 Espiritual 14/01/24 #1 cristiana 16/05/21 #1 oración 16/05/21 #3 ángeles 21/05/21 #1 dios 29/06/21 #7 fe 19/03/23