—¿y cómo puedo fiarme de ti después de lo qué pasó con Harry?-pregunte entrecerrando los ojos.—Como se que esto no es más que una trampa y que tu trabajas para Osborn.
Ella sonrió.
—hace mucho tiempo no trabajo para Osborn querida, y puedo probártelo...-dijo. Me quede mirándola extrañada, mientras comenzaba a bajarse el cierre de su traje.
¿Esta loca o que? ¿Que le pasa?
—¿Ves esto de aquí?-pregunto, mostrándome lo que parecían unas marcas de quemaduras en su hombro, que bajaban por su pecho.
Marcas de quemaduras que hacían un patrón que yo conocía muy bien, era la telaraña eléctrica de Peter... pero...
—¿Spiderman te ataco?-pregunte confundida, su rostro cambio a uno de desprecio.
—No actúes como si no te pusiera feliz.-dijo, tapándose la marca.—Y ese... no es Spiderman.
—Lo siento pero creo que tienes que explicarme mejor...-dije pero ella rodó los ojos.
—Cariño Peter, Peter Parker, está atrapado en algún lado... y otro hombre con ah cara está haciendo de las suyas bajo el mando de Norman Osborn.
Procesar la información me hizo terminar en llanto, de alegria, mis sospechas eran ciertas, Peter, Peter jamas se hubiera atrevido hacerme eso.
—¿Otro hombre con su cara?
—Ahg...-se quejó la mujer.—Tenemos mucho que hablar...
La gata negra había trabajo para Norman, ya que este la encontró robándole, descubriendo su identidad y la mantenía chantajeada con entregarla, así que ella no tuvo más que trabajar para el.
Consiguiéndole lo que más quería, a Peter, bajo engaños, robando su adn para crear un... ¿clon? Exacto de Peter.
Esa parte aún es difícil de digerir para mi. Un clon, que tiene los mismos poderes, la misma cara, los mismos recuerdos... pero está bajo el mando de Norman.
—¿Y que ha pasado con Liz?-pregunte nerviosa.
—¿Hablas de la rubia porrista?-pregunto.—Norman no deja que nadie la vea o hable con ella, no puedo decirte mucho.
—¿Y cual es tu Olán?-pregunte.
—Rescatar a Peter...-dijo.—¿No es obvio?
—Y eso... ¿por que?
La mujer miró al suelo, para después suspirar y volver a su pose egocéntrica.
—Norman me engaño a mi también querida... y digamos que tuve lo que me merecía.-tomó su hombro.—Ahora debo hacer lo correcto h sacar a Peter...
—¿Y Por sue ahora?-pregunte mirándola con los ojos entrecerrados.
—¿A que te refieres?
—Han pasado dos años gata...-dije.—¿Por que ahora? ¿Por que no antes?
—¿Esa niña es la hija de Peter?-pregunto ignorando mi pregunta y mirando foto que tenía en el comedor de la pequeña Maydsy en su primer cumpleaños con el rostro lleno de merengue del pastel. No quise responderle.—Tiene sus ojos...-susurro para sí misma mientras veía la foto.
Los grandes ojos de Mayday parecían una copia de los de su padre, tenía la misma mirada, las mismas pecas en su rostro, no podía negarla, no solo por eso detalles si no... por que de solo verla lo sabías.
—Ya sabes lo que está en juego.-dije acercándome s ella para alejarla de la foto de mi hija.—Y sabes que esto no es uno de tus estupidos juegos Gata... esa niña ed mi vida... y no voy a ponerla en peligro. Así que... si quieres que te crea, vas s tener que hacer más que mostrarme una simple cicatriz.
Ella me miró, justo a los ojos. Y bajo su cabeza, para sacarse la máscara, dejándome helada, ¿realmente iba a mostrarme su rostro?
Esto hubiera sido una bomba para mi hace dos años pero ahora... un momento ¿Felicia?
¿que carajos? La estupida terapeuta que no servía para nada que tuve hace dos años ¿Felicia Hardy?
—Puedes destruirme cuando quieras... para que veas que esto es en serio para mi...