--Déjame ver.-dijo Flash, me acerqué a él que estaba acostado sobre su cama, y me jaló haciéndome caer sobre el.--¡Ja te atrape!
--¡FLASH NO!-chille preocupada, pero a él parece no importarle sus heridas o esas cosas.--Sueltame.
--Nou.-dijo. Negué con la cabeza y no me quedo más que sonreír.--Esa es la M.J que conozco, haz estado demasiado amargada estos días, y eso me preocupa.
--¿No estás insinuando que estoy en mis días verdad?-dije enojada, mirándolo seriamente.
--¡Qué!-gritó.--¡No! ¡No dije eso!
Comencé a reírme y bese la punta de su nariz, calmando lo.
--Solo digo que, no pareces tú...
--Tratare de estar mejor ¿si?
--Si, bueno, pero dime, ¿qué te pasa?-preguntó.--¿Es por lo de Peter verdad?
Suspiré. Roce nuestras narices de la manera más marica que existe, haciéndolo cerrar los ojos al contacto.
--Si, solo estoy preocupada.-dije. Puso su mano detrás de mi cuello, y me besó.
¿Por qué sus labios sabían tan jodidamente bien?
--Pues hoy es viernes mi amor, y es viernes de nachos.-dijo.
--¡Olvídalo!-dije riendo.--Ni lo sueñes, no volveré a tocar comida mexicana en siglos.
--Entonces hoy es viernes de comida china ¿si?
--Ya que.-exclamé.--¿Vemos películas en mi casa? ¿O quieres ir al barrio chino?
--No pretendo ver chinos hoy, mejor vamos a tu casa.-se levanto y se colocó una camisa, y después busco sus zapatos.
Me quedé acostada en su cama viendo como peleaba consigo mismo para recordar dónde había metido su zapato, y recorría sus pasos una y otra vez.
--¿Revisaste debajo de la cama?-pregunté.
--Claro que si M.J.-dijo.--¿Me crees bobo?
Si, y mucho.
--Revisa otra vez, tal vez no lo viste.
--¿Qué no lo vi?-dijo.--Creo estar seguro de cómo es mi zapato M.J.-dijo poniéndose de rodillas en el piso.--Pero volveré a revisar para que... Aquí está.-dijo, sacando el zapato debajo de su cama.
Sonreí triunfante.
--No alardees, vamos.-dijo, comenzando a jalarme para ponerme de pie.
Salimos por la puerta principal, saludando a la tía May, que nos preguntó dónde estaba Peter, pero no sabíamos.
Y tampoco quería saberlo.
Entramos a mi casa, y mi mama y mi tía hacían la cena.
--Mama, vamos a ver tv.-avise.
--Está bien.-dijo mi mama.
Nos fuimos al mueble, y comenzamos a pasar canales al azar una y otra vez, sin saber que más ver, y me apoye en su pecho.
--¿Llamo para la comida china?-preguntó Flash y yo ya estaba algo adormilada en su pecho.
--Si, lo que quieras.-dije.
Lo escuché saludar, pero volví a cerrar los ojos para dormir otro rato.
Tiempo después.Faltaban apenas 12 días para terminar nuestro último año, todo era exámenes, hablar sobre el baile; la graduación, las universidades, era frustrante. Sobre todo cuando podías escuchar a las parejas hablando de irse juntos a la misma ciudad para seguir la relación.
Dolía en el pecho, por qué Flash se iría en cualquier momento.
--¿Puedes creer esto?-preguntó Harry alarmado mostrándome las noticas por su teléfono.
Algo sobre el duende verde y Carnage.
--¿Cuándo van a atraparlos?-chillo Harry.
Era horrible saber que su padre era el duende verde, culpable de tantas muertes y no poder decírselos.
--¿Me estás prestando atención?-preguntó sentándose a mi lado.--¿Qué te pasa? Estas pálida....
Me toco varias veces.
--Solo... Son cosas de mujeres.-dije reincorporándome en la silla, me enfermaba no poder decirlo, pero le había prometido a Flash que no lo haría.
Suspiré y pase toda la clase frustrada por qué Harry no paraba de hablar sobre eso, como estaba arruinando prácticamente la empresa de su padre y cosas así.
Al salir me metí en el pecho de Flash, acurrucándome, por qué de verdad me estaba empezando a sentir mal.
Ojalá no me estuviera enfermando por qué iría enferma a la graduación si eso pasa.
Mire a Peter sentado en la mesa con las "populares" de tercero, uno podía darse cuenta de que él no encajaba ahí. Pero él no.
En estas últimos meses, se a alejado un poco de nosotros por estar con Carlie, había echo caso al consejo que me dio Ava y solo lo ignoraba esperando que entrará en razón, pero para ser tan inteligente, era tan ciego.