Esa tarde, a la ultima hora, pase a ver el casillero de Gwen, que estaba lleno de notas, de flores y muchas otras cosas.
No había visto a Peter en todo el día, y eso me preocupaba, ya en el autobús de regreso iba tan cansada, que me dormí todo el viaje en el hombro de Flash.
Toque la puerta de casa de Peter, pero May me dijo de nuevo que no estaba.
--¿cómo estuvo Peter hoy?-preguntó.
--¿Qué?
--En la escuela, ¿Estaba bien?-se notaba la preocupación en su voz.
No podía decirle que Peter había faltado a clases ese día, sería traición. Pero tampoco podía mentirle a la señora Parker.
--No lo vi en todo el día, estuve ocupada con unas cosas.-dije.
La mujer suspiro y miro al suelo.
--Cuando llegue le diré que vaya a verte.-dijo.
--Gracias señora.-dije, y me fui a mi casa.
¿Dónde coño estaba Peter?
Salte por la ventana a asomarme por la suya, pero estaba cerrada, ¿De cuándo acá el cierra su ventana?
Me regrese a mi habitación con una duda en mi cabeza, ¿Dónde se había metido Peter?
Tres días después, estaba de pie y en silencio esperando que el minuto terminara. Estábamos en un juego de fútbol, haciendo un tributo a Gwen.
Cuando terminó el minuto tome asiento, y el juego comenzó, corrían de un lado a otro.
--¡VAMOS FLASH!-gritaba a todo pulmón mientras lo veía correr, uno de los gigantones del otro equipo lo tumbo.
¡HIJO DE PUTA!
Quise gritar, pero no lo hice, solo apreté los puños enojada, admito que cada vez que veía a Flash jugar, más me gustaba seguir viéndolo, pero odiaba cuando lo golpeaban.
--¡VAMOS FLASH!-volví a gritar dando saltos, faltaban 7 segundos para terminar y estaba a punto de marcar.--¡Vamos!
La corneta sonó, y los jugadores corrieron hacia Flash para felicitarlo.
Habíamos perdido.
Baje corriendo por las escaleras, y creo haber visto a Peter pero cuando volví a mirar ya no estaba.
--¡Flash!-grite cuando lo tenía a solo unos metros.
Sin importarme que estuviera todo sudado, corrí a abrazarlo con fuerza, orgullosa de él.
Sus brazos me rodearon y me apretaron.
--Estoy todo sudado.-y no mentía, parecía que se hubiera dado un ducha.
--Descuida...-susurre, y uní nuestros labios.--Eres el mejor de todos Flash.
Sonrió y escondió su rostro en mi cuello, entre mi cabello alocado, aspirando mi aroma.
Reí.
En estos últimos días, había extrañado demasiado a Gwen, tanto, que hasta casi la llamo para contarle algo que Flash me dijo, pero después de sacar mi teléfono del bolsillo, recordé que ella ya no estaba conmigo.
No evite llorar, y además, no había parado de buscar a Peter con desespero, antes lo entendía, no quería ir a la escuela si Gwen no estaba, pero ya se había perdido hasta de su casa.
Siempre me asomaba por la ventana a ver si estaba, pero seguía cerrada.
Golpee el cristal molesta, haciendo cabeza de dónde estaría Peter, y decidí esperarlo en las escaleras de emergencia, no podría irse para siempre.
Apoye mi espalda a la pared.
--M.J...-escuchaba que me llamaban, abro los ojos y me encontré con Peter, mire el cielo y ya era de noche, me había quedado dormida esperándolo.--Ve a tu cuarto te vas a morir del frío.
Su tono de voz carecía de expresión, al igual que su cara, estaba vestido completamente de negro, y además, tenía algunos golpes en el rostro.
--No...-chille, mientras me levantaba.--No me moveré de aquí hasta que tú y yo hablemos Peter.
--Como quieras.-dijo, y metio la mitad de su cuerpo por la ventana.
--¡Espera! No te vayas.-dije jalándolo del abrigo negro que cargaba, me miró frunciendo el ceño.--Peter por favor.... Eres mi amigo, necesito hablar contigo.
--Mira M.J, yo no soy Gwen, yo no tengo por qué escuchar tus malditos problemas.-dijo de manera grosera.
Mis ojos se abrieron por la sorpresa, este no era el Peter Parker que yo conocía.
--¿Qué te pasa Peter?-dije ofendida.
Miro al suelo, y vi cómo gotas salían de sus ojos y caían en sus zapatos.
Puse una mano en su hombro, apretándola, me miró.
--No quiero hablar con nadie ahora.
Lo entendía, no sabia como sobrellevar la situación, y estaba pagando sus rabietas con los demás.
--Peter, ya es tiempo, por favor.-suplique.
Suspiro agobiado.
--Entra....